Voy a ser lo más breve posible: si os habéis comprado Digimon Story Cybersleuth Complete Edition, ya sea para ordenador, la Nintendo Switch... haced lo siguiente. Jugad a la primera parte. Luego hacedla de nuevo en partida avanzada. Y si queréis, cuando ya lo hayáis acabado de nuevo, pasáis completamente de Hacker´s Memory. O al menos lo hacéis una vez, después de haber maldecido a los desarrolladores de esta entrega.
Porque esto es como Dark Souls 2, una continuación que solo busca fastidiarte la vida con una dificultad absurdamente elevada en algunos compases, insultante incluso, que lo único que hace es estropear la experiencia, a lo que añadimos una historia y unos personajes que no llegan a enganchar tanto como su predecesora.
Que quede clara una cosa. Amo Digimon. Joder, es parte de mi infancia, y su universo es uno que, si bien parece infantil a simple vista, luego ofrece un lado adulto, que en ocasiones puede llegar a ser oscuro y macabro. El debate de si es copia o no de Pokémon es uno que siempre quiero evitar, máxime cuando hablo de este juego, porque, no lo negaré, se parece mucho a la saga insigne de Nintendo, aunque posee unas diferencias muy notables, como el sistema de evolución, la captura de nuevas especies, y, sobre todo, la historia y su tono.
En Cybersleuth, controlamos a un adolescente que tiene que unirse a un detective privado para poder resolver casos, que tienen lugar tanto en el mundo real como en el digital. Este último es un entorno sencillo, que consta de mazmorras repetitivas ambientadas en el mundo de la informática. Es en el real, sin embargo, donde puedes ver más variedad, ya que has de recorrer diversas zonas de Tokio, como Akihabara, el edificio metropolitano, Odaiba... etc. Y mientras resuelves casos, vas luchando con tus Digimon, que se fortalecen y aumentan su poder, conociendo además diversas facetas de los amigos que se unen a tu cause, y, como telón de fondo, ese lado tenebroso que siempre ha tenido Digimon y que me encanta (desde la presencia Digimon que quieren exterminar a la humanidad porque los consideran un mal, hasta misiones donde tienes que desbaratar una red de tráfico de cuerpos humanos, o lidiar con la muerte de un Digimon, cuestionándote si hiciste lo correcto...). Al final, tenemos un buen juego, quizá no al nivel de Xenoblade 2, pero es bueno. De hecho, me lo pasé otra vez solo por disfrutar de la historia, y joder, me gustó incluso más que la primera vez.
Luego llega la continuación, Hacker´s Memory.
Y te entran ganas de provocar un puñetero Tercer Impacto.
Y no es tanto por el argumento, el cual nos pone en la piel de un chico cuya cuenta del sistema Eden (una gran red social) ha sido hackeada. Su credibilidad está por los suelos y la única manera de redimirse es unirse a un grupo de hackers que le ayudarán a encontrar su cuenta. Hay algunos giros, revelaciones y momentos divertidos, pero no llegan al nivel de la anterior entrega, al igual que los casos, de los cuales no me acuerdo de casi ninguno (si acaso de uno versado en el acoso escolar, pero nada más). Ni siquiera la introducción de las batallas de dominio era un aliciente destacable. Aún con todo, sería un juego decente, para pasar el rato... Pero entonces tenemos su dificultad, que no solo es elevada en algunas ocasiones hasta niveles insospechados, es que no tiene coherencia alguna, porque el juego no te prepara para tales ocasiones.
Me explico. Ambos títulos poseen un sistema de niveles numérico como Pokémon, siendo su máximo el 99, pero hay una clasificación de poder de los Digimon, tal y como sucedía en la serie: principiante, campeón, megacampeón, ultra... etc. Por norma general, un Digimon de nivel numérico superior puede vencer a uno de nivel inferior, aunque si este último es de una clasificación mayor, la cosa no estaría tan decidida. Añade a eso que los enemigos de la cpu no poseen un nivel numérico como tal, sino que se nota que es mayor cuando estás en zonas avanzadas del juego. Vale, no es mal sistema. Los jefes finales son la excepción a esa regla, porque están hechos para aguantar golpes y ponerte contra las cuerdas, aun sean de clasificaciones inferiores. Quizá alguno tenga una artimaña, pero no es nada que no puedas afrontar si actúas con mente fría.
OJALÁ HACKER´S MEMORY HICIERA LO MISMO.
A ver, que alguien me explique como, a mitad del juego, te sale un jefe de clasificación megacampeón, que te destroza los tuyos, superiores, porque se pone como loco a atacar en primer lugar, con movimientos que te confunden, y luego te reducen la salud a una velocidad asombrosa, sin posibilidad de reacción. Un jugador inteligente cogería la guía adecuada para enterarse de qué sucede, y así, poder prepararse mejor. La cosa es que hasta ese momento, NINGÚN COMBATE anterior ha sido tan cabrón como este. Han sido, literalmente, paseos, comparados con esta lucha, una montaña escarpada, llena de devoradores de hígados y demás mierrrrda. Y es que, este jefe sería más adecuado para misiones extra, como pasaba en el primer Cybersleuth. Pero Hacker´s Memory simplemente, te da una patada en los testículos, no solo esa vez, sino en el combate final, que, aunque sea más sencillo, sigue siendo tocapelotas. Y oye, no soy partidario de que un juego lleve de la mano al usuario, pero cuando quieres aumentar la dificultad, debes ser COHERENTE. Preparar al jugador mediante desafíos que pueda superar, y luego ponerle una prueba final, una suma de todo a lo que se ha ido enfrentando, para que no se acomode. Y ya si lo deseas, retos adicionales que impliquen una ruptura con lo anterior, pero de nuevo, que sean adicionales. Cybersleuth cumplía con eso a la perfección y conseguía ser un título equilibrado y desafiante, pero este... Es una gran desilusión. No es que sea terrible, pero... Cuesta creer que sea su continuación.
Al menos lo acabé, eso es bueno. Lo cual me recuerda... OH MIERDA.
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