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viernes, 10 de noviembre de 2023

LAS VUELTAS QUE DA LA PUÑETERA VIDA. O DICHO DE OTRA MANERA, ESTO ES UN RESUMEN DE MI RELACIÓN CON ONE PIECE

 

Pues no hizo falta verme esos vídeos para volver a caer...


Si habéis leído algunas de mis entradas, seguramente habréis visto que soy un especialín del carajo. Siento un incomprensible amor hacia Transformers MTMTE que me hace no sólo hablar de este cómic día sí y día también, sino compararlo con otras series. Soy de esos que prefiere mil veces el Xenoblade 2 al 3 aún con todas las virtudes de este último, que no son pocas. Soy un tipo que se llama Padrino del anime y que ha visto tantos animes como dedos tengo en las dos manos (pero eso sí, todas las de Godzilla salvo las de Netflix, chupaos esa)... Casi ná. Y, para echar más sal en la herida, soy de esos que considera que One Piece... Bueno... No está mal. Pero tampoco es la segunda venida de Jesucristo. Aunque antes no era así. En mi época adolescente, era de mis mangas favoritos, junto con Dragon Ball. No sé a partir de qué punto se torció la relación (quizá con la saga de Thriller Bark, ni idea) pero la cuestión es que mi interés, al ver que se estaba convirtiendo en una serie eterna, se estaba apagando. Quizá sea cosa mía y no esté hecho para obras de tamaña longitud, o de esta demografía, pero hey, ahí tenemos Full Metal Alchemist, al que sigo considerando, aún habiendo pasado más de diez años desde que lo terminé, mi manga favorito. Posiblemente sea lo primero, sí. La cuestión es que si sigo leyendo la obra de Oda es por saber qué narices es el One Piece y por acabar una historia que lleva ya con nosotros casi treinta años. Que se dice pronto. Se podría asegurar que la leo en automático, para ver qué pasa, y no sería una opinión descabellada, pero, me gustaría matizar un poco más dicha opinión. Porque ahora mismo la historia ha llegado a un punto en el que me siento como aquel chaval de doce años que no podía esperar a leerse el nuevo tomo que llegaba a la tienda de cómics de mi ciudad. 

Las vueltas que da la vida, señores. 

NOTA: Destripes grandes de One Piece, sobre todo de los últimos capítulos del manga. Avisados quedáis.



One Piece puede ser muchas cosas pero normal no es una etiqueta que se le pueda poner. Es una historia de piratas en un mundo en el que tienes a gente de diversas razas, desde hombres pez a hombres animales; personas que han tomado frutas especiales con las cuales no pueden volver a nadar pero a cambio han conseguido habilidades de todo tipo (como transformarte en un Allosaurus, ser la personificación del magma o convertirte en la versión anime del hombre fantástico, por decir unas pocas); y equilibrios de poder salpicados con esclavitud, desigualdades sociales, injusticias, genocidios y un largo etcétera. Es, en definitiva, una obra a la que se entra fácilmente pero de la cual mucha gente no ha logrado escapar, al menos, no completamente (uno de esos bichos raros, lo habéis adivinado, soy yo). Muchos de mis amigos siguen leyendo cada capítulo e incluso acudiendo a su tienda habitual para comprarse el nuevo recopilatorio, o adquiriendo los últimos libros de arte por medio de tiendas japonesas. Y es un furor global. No en vano está considerado como uno de los textos escritos más vendido de todos los tiempos, y, sin duda, para cuando finalice (Dios sólo sabe cuándo), haya pulverizado todos los récords. No obstante, uno se hace mayor, y la perspectiva de leerse tamaña obra le acongoja. Aparte, los gustos van cambiando y quizá esa temática ya no te llame tanto como antes. 

 

Llamadme bicho raro pero ahora el manga que más me interesa seguir es este...


Otro factor a tener en cuenta es la puñetera manía del shonen de la "peleítis". Ya sabéis, cuando sí o sí tienen que aparecer peleas en las que los personajes se den de leshes para goce del personal. Con un adolescente puede funcionar, con un tipo como yo, al que ya le pesan los años... Pues como que va pasando del asunto. Y, por desgracia, One Piece tiene muchas peleas. MUUUCHAS. Hasta tal punto de que dejé de leerlo por esas mismas puñeteras peleas (una de las razones). Y, para qué negarlo, odiar muchas de sus sagas por alargarlas hasta el infinito por los combates. Destacando a la de Wano por goleada, porque madre de Dios, que la puñetera contienda entre Kaido y Luffy duró año y pico. AÑO Y PICO. Joder.

 

Ups, hay fans de One Piece por estos lares...


Sí, Kaido era la más mala de las bestias del mundo de One Piece. Sí, Luffy estuvo aprendiendo una nueva habilidad y adquirió otra forma. Sí, todos tuvieron un aumento de poder de narices y sus recompensas subieron como la espuma, pero... No sé, sigo pensando en casos como el de Foxy y me llaman mucho más. No porque fuera un rival poderoso sino porque ahí vimos como un puñetero mindundi de 24 millones podía poner en jaque a Luffy con 100 millones. Haciendo trampas, por supuesto. Tocando las narices, para qué negarlo. Pero joder las risas. Y sobre todo esa sensación de que podían perderlo TODO.

 

Y joder, es que era verlo la primera vez y pensar "¿De dónde carajo ha salido este tío?"


Aunque eso no era nada, nada, comparado con la saga que habíamos disfrutado antes, la de la isla del cielo. Skypiea. La joya de la corona para mí. Una saga del montón para otros. Y yo sin poder entender eso. Quiero decir... Pasamos de navegar por los mares a las nubes, el villano es literalmente un puñetero rayo viviente psicópata que quiere matar a todos los habitantes del cielo en un juego de supervivencia y llevar así a los que ganen dicha prueba a una tierra sin límites, y que además puede hacerse una rcp a sí mismo:

 

Recuerdo cagarme vivo con esta puñetera página
 

 

Pero es que además tenemos a un Don Quijote celestial que es un guerrero exiliado, páginas donde los habitantes de Skypiea se cuestionan la existencia de un Dios más misericordioso que el que tienen, un trasfondo histórico que mezcla el descubrimiento del nuevo mundo con el descrédito que han sufrido los que se atrevieron a desafiar el orden establecido, y a eso le añadimos colonialismo y gente que quiere recuperar sus tierras, y (aunque esto es muy subjetivo por mi parte), páginas donde Zoro se sale. Pero se sale de puta madre.

En España dijo "Me he... calentado un poco" y le quedaba como Dios 




Y eso sin olvidarnos de páginas como estas:

Satisfacción pura, señores


En fin, que a día de hoy la sigo considerando mi etapa favorita de todo One Piece. Luego tuvimos la de CP9 y oye, que ahí salió el pasado de Nico Robin (uno que me tuvo en vilo mientras lo leía) pero a partir de ahí... Mi interés decayó. Como digo, no sé por qué fue. Quizá por tanta pelea, o, mejor pensando, por la perspectiva de que ni en cinco vidas vería el final de este manga, así que decidí pasar de largo y, si acaso, leerme resúmenes por cualquier web. 

Pero tuvieron que pasar la friolera de siete años para que volviera a seguir la puñetera serie, cuando comenzó la saga de Wano. Que repito, si por mi fuera sería de las peores porque ahí la cosa se alargó lo indecible, pero el tener un apartado técnico de altísima calidad en la versión animada ayudó bastante a llevar el ritmo de la obra.





Pero nos estábamos refiriendo al manga, así que sigamos con la disertación. Wano por fin acabó, y empezó así el arco de Vegapunk. Temiéndome entrar otra vez en un arco de peleitis infinita, la historia fue por otros derroteros. Sí, hay peleas, y se nos presenta por fin al doctor Vegapunk, el genio de la Marina, pero, y esto es lo que más me está gustando (hasta tal punto de no quedarme uña sin morder esperando a ver cómo prosigue el siguiente capítulo), la narración de dos personajes que no esperaba para nada: Kuma y Bonney.

 

Kuma fue de las cosas que más me gustaron a partir de la saga de Ennies Lobby. Ya nos lo habían presentado con anterioridad, pero no fue hasta Thriller Bark cuando lo pudimos ver en acción. Y de qué manera. Masacrando por completo a la tripulación de Luffy y compañía (dos veces si contamos con la posterior de Sabaody) y demostrando que era un puñetero Terminator.

 


Bonney, por otra parte, hizo su debut en el arco de Sabaody. Y honestamente, como a muchos otros les pasaría (o eso quiero pensar), me dio igual: pirata irascible que come mucho y convierte a la gente en niños o ancianos según le convenga. De acuerdo. Yo ya estaba leyendo One Piece con la ya citada inercia de antes así que lo tomé por lo que fue. Pero, y visto en retrospectiva, el autor iba poniendo pistas pequeñas. Lo gracioso es que es algo que suele hacer, pero, antes de comentar eso, hagamos un pequeño ejercicio comparativo sobre cuánto tarda en presentar Oda el pasado de los personajes. 

Nico Robin apareció en el capítulo 114 del manga (uniéndose a la banda varios episodios después), y no comenzamos a ver su pasado hasta el capítulo 391. Si eso os parece un lapso largo, agarraos.

Kuma hizo acto de presencia en el capítulo 233. Bonney en el 498.

Pues, de manera oficial, hemos empezado a ver la historia de ambos (obviando pequeños retazos) a partir del millar de episodios. Concretamente en el 1095.

 

VIRGEN SANTÍSIMA

 


Si tengo tanto en cuenta estos números es por la siguiente razón. Kuma y Bonney eran dos personajes por los que yo personalmente no daba mucho (bueno, miento, Kuma por su poder y su misteriosa naturaleza me gustaba), pero ¿Bonney? Más allá de su ya mentada glotonería y control de las edades ajenas y propia, ¿qué? ¿qué podría interesarme de su historia, si es que la contaba Oda? Y hete aquí que nos relaciona a ambos de la manera más jodida posible: Kuma es el padre de Bonney. 

 

Admitidlo, muchos estuvisteis así cuando Oda soltó ese pelotazo

Incontables ríos de tinta corrieron por Internet (bueno, tinta digital), con miles de teorías a cada cual más dispar, pero conforme fueron pasando las semanas, y tras algunas puñeteras peleas, la historia de Kuma y de Bonney fue saliendo a la luz. Tampoco quiero incidir mucho más en la misma, prefiero que la veáis por vosotros mismos, y, además, ya he puesto demasiados destripes y alargado en demasía la entrada de marras, pero, y aún sin haber visto el final del pasado de ambos, puedo decir que por ahora es de mis favoritos, junto con el de Robin, Chopper, Nami y Franky (la de los villanos como Doflamingo no me atraían tanto, pues eran el famoso esquema de "soy malo porque el mundo me ha hecho así", mientras que la Kaido no llegaba a las diez páginas de analepsis). Y que también es de esas historias a lo Yoko Taro: que te agarran bien de las gónadas y te las retuercen, sin dejarte escapar, pero tampoco es que quieras hacerlo (sin olvidar las pistas que ha ido dejando Oda a lo largo de todos estos años, con pequeñas escenas, cuando se ven ahora, cobran muchísimo más sentido, como por qué Bonney lloraba durante el visionado de la guerra de Marineford). Eso sí, si le pusieran una banda sonora, creo que sin duda sería Hurt, la versión de Johnny Cash.

Y que Bonney de cría los tenía bien puestos

 

En fin. Es curioso porque en cierto sentido, gracias a este arco (y a esta analepsis, para qué negarlo) parece como si hubiera vuelto a mi adolescencia. También añadiría que haber jugado durante todo octubre al modo de Halloween de Team Fortress 2 ha ayudado en dicho retorno a esa época, pero, volviendo con One Piece, me gustaría parafrasear a Chris Sims cuando hablaba del premio que había ganado MTMTE a mejor cómic en el año 2015: es increíble cómo me he involucrado tanto en una obra que había dejado ya de lado, y, sobre todo, en unos personajes por los cuales no sentía un gran apego. No sé cuánto durará esta sensación y si llegará el día en el que vuelva otra vez a mi ciclo de lectura de One Piece con inercia, pero mira, que no pueda esperar al siguiente capítulo es buena señal. O eso pienso yo.

Las vueltas que da la vida.


6 comentarios:

  1. Yo descubrí One piece tarde. Empecé a verla el año que me casé, en 2012 y llevo el anime al día pero no el manga (por eso no me he leído tu post entero) y me siento bastante identificado por lo que has escrito.
    He tenido mis altibajos con la serie y también soy de los que creen que wano no es precisamente lo mejor de One piece por ser demasiado larga pero la he disfrutado muchísimo, y se ha convertido en la vida de ficción más importante de mi vida. Especialmente al tener un hijo que esta semana ha cumplido 10 años y que empezó a ver la serie hace ya un par de años largos. Se puso al día con el anime justo al llegar el gear 5 así que se podría decir que he visto el anime entero 2 veces.
    Y los dos estamos enganchados al tcg, que es una pasada y acierta justo donde para mí falla Magic, y es en la gestión de la energía, y que te recomiendo si no tienes miedo de meterte en algo super adictivo.
    Un placer leerte, Saludos

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  2. No sé qué le pasa a Blogger que no me deja comentar con mi perfil de Google.
    Me encanta que las aficiones pasen de padres a hijos. ¡Más One Piece, esto es la guerra!. En serio.
    Con respecto al juego de cartas, he visto algo por ahí, pero no soy muy aficionado a jugar con ellas, sólo colecciono las de Pokémon por el arte que tienen y ya. Pero lo de jugar...
    Un saludete mi buen señor.

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  3. En mi caso, creo que el punto exacto en el que One Piece pasó de ser mi manga favorito a algo que sigo leyendo un poco por inercia pese a tener sus momentillos decentes, es a partir de Shabondy.
    Es a partir de ahí donde pasa de un manga de aventuras simpaticote y jocoso con momentos de drama y tensión a shonen cada día más genérico.
    El hecho de que todo dios considere ahora a One Piece, en lo que considero sus horas más bajas, como el quijote de nuestro tiempo porque cuatro influencers lo han puesto de moda tampoco ayuda. ¿Recuerdas cuando, de entre las tres grandes, leer one piece en lugar de naruto o bleach era de parias?

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    1. Vale, de nuevo Blogger no me deja comentar con mi cuenta... Diablos.

      Pues justamente ese punto que comentas me dejó bastante frío, el de Sabaody. Tenías a Kizaru, el puñetero hombre de la luz, y no me llamaba nada. Y ciertamente, leo a mucha gente en Twitter considerando One Piece como la nueva venida de Jesucristo y oye, que es encomiable que Eiichiro Oda pueda tener todo atado y bien atado en lo que respecta a la construcción del mundo, las analepsis y sus armas de Chéjov... Pero joder, es que hay tantos cómics ahí fuera, como Step by bloody step, que me parecen no sólo superiores a One Piece sino una maravilla para el mundo del cómic en general.
      En mi época no te consideraban paria por leer One Piece en vez de Naruto o Bleach (nunca he leído Bleach, si te soy sincero), ya te consideraban paria por leer algo de manga... Y ahora esos mismos que te denostaban devoran manga a saco Paco. ¡Ironías de la puñetera vida!
      Y añado también a eso que tanto Naruto como One Piece en sus comienzos tenían una frescura que muy pocas obras tenían, sobre todo el manga de Oda, pero... en fin, ¡la maldita peleítis de los shonen!

      PD. un gustazo volver a verle aunque sea comentando, mi buen señor.

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    2. Comentando y publicando. We're back, baby!
      https://xanocueva.blogspot.com/2023/07/dos-bombas-atomicas-la-xanocueva.html

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    3. Ah, todo marcha sobre ruedas...

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