De Xenoblade X tampoco es que haya mucho que contar, no después de la entrada que le dediqué tiempo ha. No fue el juego que me animó completamente a adquirir una Wii U (si acaso en parte junto con el Smash Bros) pero sí mi favorito de todo el catálogo. Enorme, gigantesco, con una historia principal un poco típica pero llena de personajes interesantes, los cuales se llevaban la palma en sus misiones específicas (las secundarias de toda la vida, vaya) y una banda sonora que aún a día de hoy sigo escuchando como un maldito enfermo... Una maravilla, vaya, y en aquella entrada está mi testimonio.
La cosa es que pasaron los años, volví a probarlo, y fue entonces cuando me dije que, quizá, estaría bien probar el Xeno 2. Quizá.
Tenía mis dudas, porque los avances que habían sacado no hacían más que enarcar mis cejas de aburrimiento. Escenarios rollo Final Fantasy, en una especie de mundo steampunk... No sé, no me lograba convencer del todo... Al final, decidí dar el pasó y adquirir tanto la consola como el juego. Pero había una cosilla a tener en cuenta.
Cuando lo probé por primera vez era diciembre.
De 2019.
Ver esto era el equivalente a cagarte de miedo |
Creo que no hace falta añadir nada más, ¿verdad? Recuerdo en esa época estar nervioso por lo que sucedía, como el resto de la gente. En esos primeros días de la COVID, no teníamos ni idea de la que se nos echaba encima, tan solo seguíamos para delante, con miedo, mientras yo jugaba al Xeno 2 para despejarme. Un juego que me iba gustando más y más. Incluso, me decía a mí mismo, me parecía mejor que el X, al menos, en cuanto a la historia principal. La impresión de los avances quedó atrás, esta obra era mucho más que lo que mis ojos pudieron ver en su día (hablé de ella brevemente aquí, así que tomad esta entrada como un complemento)
Pasaron los días.
Yo tuve que irme fuera para acabar unos estudios.
Y llegó ese día.
Al final, lo que tuvo que pasar, pasó. Las clases se daban por Internet (lo cual era bastante deprimente, porque tenía un grupo bastante majo de gente), sólo podías salir al supermercado, y los viajes estaban limitados, salvo por el trabajo y otras razones de fuerza mayor. Yo tenía la opción de volver a mi hogar antes del confinamiento, pero decidí quedarme en el piso donde estudiaba para evitar mayores problemas. Día tras día, la cosa parecía ir a peor, los casos aumentaban, veías imágenes bastante poco halagüeñas (y desagradables), las noticias no daban más que disgustos, los amigos estaban crispados y se enfadaban a la más mínima oportunidad... Sé que soy un afortunado por vivir donde vivo, pero esos meses fueron bastante duros (y por desgracia creo que no aprendimos la lección suficientemente...)
Es en esos dos meses cuando Xeno 2 entró en escena.
Muchos compañeros me han dicho que la percepción que tienes sobre algo se ve influida por tu estado de ánimo, por cómo estás en tu fuero interno, cómo te hace sentir el entorno... Vamos, que si estás viendo una de las mejores películas de la historia pero estás anímicamente como el culo o no te hallas en el lugar correcto (cof Jurassic World Dominion cof) pues ese filme te puede parecer la mayor execración posible (aunque tampoco hace falta eso para llegar a esa conclusión, puedes estar en la gloria pero la película no te llama para nada) Pero digamos que ayuda bastante. Lo gracioso es que el Xeno 2 debería haberme parecido un juego horrible, a tenor de lo que sucedía, con la pandemia, la crispación, etc.
Y gracias a Dios que no lo fue.
Xeno 2 fue una de las pocas cosas que lograron animarme durante la pandemia, junto con la familia y poder hablar por Internet con mis compañeros. Sus personajes, sus mundos, la historia (por Dios, esa historia)... TODO el juego, por poner un símil, fue mi balsa en una ardua travesía. Los momentos alegres, los tristes, la emoción y la intriga... No sé cómo, pero se multiplicaron y viví la aventura de Rex y compañía de una manera que no había sentido desde, si acaso, Nier Automata (que había jugado casi un año antes, ojo) Personajes tan carismáticos pese a su aparente simpleza, que si vivieran, iría con ellos de aventuras y parranda si pudiera. Mucha gente lo criticó por el rollo animesco y el fanservice pechuguil, pero, al César lo que es del César, ninguna de las dos cosas me molestó lo más mínimo porque el juego me tenía totalmente atrapado. Joder, aún me tiene, porque es ver escenas como estas y casi lloro de la emoción (y eso que encima Mahlos no llevaba el peso en cuanto a villanía se refiere en el juego, pero lo borda):
Pero es que el juego tiene muchos más momentos así, en los que coge a los personajes y empieza a joderles la vida y zarandearlos como si no hubiera un mañana, escenas en las que sencillamente te comprometes con ellos hasta niveles insospechados, como la de la discusión (4:17 en adelante):
Y todo para llevarnos a un final... Que es solo escuchar la música que lo acompaña y se me sale una lagrimilla. Para cuando lo acabé, ya nos dejaron salir... No sé si fue una coincidencia divina o algo por el estilo, pero siempre pienso que si no hubiera sido por este juego, habría vivido esos meses de otra manera, quizá más arisca, más triste. No lo sé, hay tanto que le debo mucho a este juego, que considero no solo uno de mis favoritos del género de rol junto con Nier Automata, sino uno de mis preferidos de todos los tiempos (aún con esas escenas que daban todo el ascazo padre, el doblaje en inglés penoso, que tuviéramos que poner el japonés como dlc aparte... aún con eso)
Como diría un viejo minero que yo me sé... "I have never been happier" |
Y me quedan muchas más cosas más que decir, como las conversaciones que tenías con los Blade y los personajes, el combate, esa maravilla de expansión que es Torna... Pero el hecho está ahí, por más vueltas que le demos: Xeno 2 es uno de mis juegos favoritos, de los pocos, junto con Digimon Cybersleuth, que me habré pasado más de una vez. Y siendo como soy... Eso es muy raro.
Tras esa experiencia tan gratificante, pasaron los años.
Y un día, simplemente, ocurrió.
Recuerdo ver ese Direct de Nintendo con muchas ganas, para ver si habría algún juego interesante (cof Digimon Survive cof) pero, cuando al final dijeron "Hemos reservado lo mejor para estos últimos momentos", pensé que sería otro Zelda, quizá ese Metroid Prime 4... Pero no. Un nuevo Xenoblade.
Un nuevo Xenoblade.
Mucha gente lo esperaba con ganas, puesto que jugó al 2 hace ya casi cinco años, aunque yo lo terminé hace dos, y tenía la experiencia de esa maravilla casi como el primer día, pero no miento si digo que la noticia me sorprendió, y, para bien. Estaba ansioso por saber la fecha para ponerle las manos encima.
A los pocos meses, sacaron un segundo avance, más bien un Direct, y como me pasara al principio con el anterior título, mis dudas crecieron un poco... ¿Por qué Nintendo enseñó tanto del combate, los puñeteros héroes, las colonias, y mecánicas, destripando partes del juego en el proceso? ¿Por qué esa nefasta política de la edición coleccionista, que causó el caos en América? ¿Por qué lo han adelantado de fecha? Sencillamente, mi cabeza se llenó más y más de incógnitas que otra cosa.
Y sin comerlo ni beberlo, llegó la fecha de salida. Compré el juego, enchufé la Switch, y me dispuse a sumergirme en el mundo que Xenoblade 3 tenía reservado para mí.
Así pensaba yo...
Continuará en la segunda parte, ansioso |
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