Amo el formato físico. Aún con el hecho de que ocupa espacio, aún con el hecho de que se te puede fastidiar un dvd o cd con los dichosos rayones, aún con el hecho de que a veces los precios son desorbitados para lo que ofrece una edición sencilla de tal película... Amo el formato físico.
Máxime cuando lees cosas como que las compras de juegos digitales implican que eres dueño de una licencia, no de un juego.