martes, 23 de mayo de 2017

DEJADME COMPARTIR ESTA REFLEXIÓN




Hace poco estábamos en clase del máster de ilustración dando una parte muy interesante, que versaba sobre cómo ingresar en la Seguridad Social y en qué categoría están los artistas, las clases de impuestos que hay que pagar, los presupuestos que debíamos realizar cuando nos piden una ilustración... etc. Lo que quizá más me llamase la atención fue esto último. Y creo que no era el único. Veréis, creo que siempre ha estado arraigada en la sociedad la idea de que los artistas son una clase especial de trabajadores. Yo también pensaba así, ¿por qué no? Sólo nos basta con leer biografías de cantantes como Johnny Cash o pintores como Van Gogh para darnos cuenta de la vida que llevaban. No era lo que se dice una vida normal. Era una vida de tumbos. De cambios radicales, decisiones fatales. Cierto es que sus experiencias pueden parecerse a las nuestras (pasar malos momentos, realizar nefastas elecciones, perder a los que queremos...) pero claro, cuando se es artista, como que todo tiene más... Cómo decirlo... Bombo, ruido, trascendencia, repercusión. No sé si me explico bien. Quiero decir que los artistas, ya sean cantantes, pintores, incluso algunos escritores, no son considerados trabajadores al uso, sino algo que está... en otra liga, por así decirlo. Por eso puede que me sorprendiera el que los artistas podían hacer presupuestos, como por ejemplo un dentista, o albañil. Pero al final te das cuenta de que es un trabajo como cualquier otro. Tiene sus reglas, sus métodos, y sirve para, como todo trabajo, ofrecer un servicio a cambio de dinero.

Pero mucha gente no lo ve así.  Por desgracia.

Hay una idea que circula por ahí y que me parece una equivocación completa y absoluta, relacionada con el mundo de la ilustración. Seguro que la conocéis. La de "Todo el mundo sabe dibujar", y que muchas veces sirve como excusa para establecer que la ilustración, hacer dibujos, cómics... no es una profesión al uso, que merezca un reconocimiento y compensación económica, sino que eso, da por establecido que todos pueden hacer milagros con un lápiz.

Veréis, la cosa no es que todo el mundo sepa dibujar. Todo el mundo PUEDE dibujar, no es un don, es algo con lo que nacemos, una habilidad que se mejora con el tiempo si se  practica y ejercita, como si fuera un músculo, hasta llegar a SABER dibujar, y, sí, hacer esos "milagros" con el lápiz.

PODER denota posibilidad, todo el mundo PUEDE, por ejemplo, tocar un instrumento como la armónica, pero tiene que practicar, mucho tiempo, todos los días o lo que él considere, pero nunca parar,  y sobre todo, tener conocimientos, como en cualquier otro trabajo; saber la posición de las celdas en la armónica y soplarlas una a una para saber cómo suenan. Pero que uno PUEDA no significa que SEPA. SABER requiere esfuerzo y constancia, vencer a la vagancia, y siempre estar practicando, SIEMPRE.

Volviendo con el tema del dibujo, todos PODEMOS dibujar, dale a un niño de dos años un lápiz y ya verás lo que te hace. Pero el niño no SABE dibujar, al menos, no del todo, ¿por qué? Quizá tenga práctica, pero le falta algo importante: conocimientos. Como composición, perspectiva, anatomía, disposición de las sombras, etc, y aplicarlos una vez que los ha aprendido, e incluso, ya conocidos, modificarlos a su antojo (por ejemplo, hacer brazos más cortos, cabezas más grandes, cuerpos pequeños, prescindir de algunos elementos anatómicos, falsear sombras...) Sí, puede copiar dibujos de otros artistas, pero pondrá los ojos donde el dibujante los ha colocado porque sí, no porque sepa que el autor de la ilustración ha seguido la línea de los ojos paralela a las cejas, y por tanto ha colocado los globos oculares en ese sitio, y no en otro, separados a una distancia determinada entre ellos. Por lo tanto, si el artista ha cometido un error (y creedme, que a veces pasa) el niño lo toma por válido porque no sabe que eso está mal. A mí me ha pasado en numerosas ocasiones, pero he aprendido a subsanarlos gracias a las clases, y algunos libros que tengo sobre dibujo.

Por eso, creo que un dibujante está en su derecho cuando te pide dinero por un servicio. Porque ha volcado todos sus conocimientos, que ha adquirido a lo largo de mucho tiempo, ya sea en una academia, escuela, o por su cuenta propia, leyendo libros sobre el tema o vídeos/ tutoriales en Internet, para darte lo mejor posible, como haría cualquier profesional, ya sea un médico, un abogado, o un cocinero. Cierto es que he hecho dibujos para amigos y familiares y no les he cobrado, pero esos estaban hechos como regalo, con cariño, el dinero ahí, en mi opinión, no tiene ningún tipo de cabida. Pero en otros casos... ¿Qué menos que pagarle por algo que le hemos pedido? Y si es cierto que todo el mundo, como "bien" dice esa frase , sabe dibujar, ¿por qué recurrir a un artista y no a uno mismo? Porque seamos sinceros, no SABEMOS dibujar, PODEMOS dibujar, pero sólo con la práctica SABREMOS dibujar como un profesional al que recurrimos para tal encargo. Igual que no SABEMOS hacer una operación del corazón, por ejemplo, o un diagnóstico, pero sólo con la práctica, SABREMOS hacerlos.

El arte, ya sea la música, el dibujo... etc,  es igual a cualquier profesión, salvo en los objetivos que pretende conseguir, y, como todas, merece su respeto, su reconocimiento y beneficio económico. Ninguna profesión es más que la otra. Es más, muchos creerán que los cómics o las series de dibujos no ayudan a la gente, como por ejemplo, la medicina. Je. Si supieran lo que supuso para mí Gurren Lagann...

PD: Sí, sé que ha pasado un mes y que este texto puede que no colme las expectativas, pero tenía ganas de escribir esta entrada, algo corto y directo. La próxima intentaré que sea la del maratón de Ghibli.

PD 2: Vaya la que se ha liado en la Xanocueva, oyes.