martes, 20 de agosto de 2019

NIER AUTOMATA



Ayer mismo me acabé Nier Automata, un juego que me pillé el verano pasado, que salió hace dos años y cuyo creador conocí a raíz de un vídeo en Youtube. Vamos, que si no lo hubiera visto, jamás lo habría probado. 

Y creo que siempre me ha pasado así con los creadores que más me han impactado. 
Hagamos cuentas.


Con Hideaki Anno, si no llega a ser por mi hermano, no habría visto Evangelion (bueno, a lo mejor más tarde, seguramente) ni Gunbuster
Con James Roberts, he de agradecer que Michael Bay hiciera las películas, si bien, no son las que nos merecemos, cierto, pero gracias a ellas, me enteré de la existencia de la saga MTMTE, que en España salió a partir de la cuarta película.
Y con Hiromu Arakawa, bueno, gracias a este libro la conocí a ella y a su obra magna. 

Yoko Taro, como he mencionado en líneas más arriba, no es una excepción, ni seguramente el último de la lista. Pero este tío sabe cómo contar una historia. O mejor dicho, sabe cómo mantenerte en el sitio. Aunque sientas que te está retorciendo el escroto literalmente. Porque la historia de este juego no es de las alegres. Huy no. Es de esas que se regodean con el sufrimiento de sus personajes, que parece disfrutar viendo cómo se encaminan hacia el sendero de la autodestrucción y la locura. 

Vamos, una historia de las que me gustan a mí. 

...


Podría seguir.
Destripar el argumento de cabo a rabo.
Contarlo todo.
Pero hoy no.
Hoy quiero que lo juguéis. Que lo probéis. O al menos, si no lo consideráis, lo veáis en Youtube. 
Que experimentéis lo mismo que yo. La misma historia que yo.
Y para ello, nada mejor que no saber nada del título.
Solo os diré una cosa.
Lo amaréis.
Lo odiaréis.
Pero no os dejará indiferente. 
Os lo aseguro.
Y ese final... Oh, ese final... Con esa canción...
Vais a sentirlo.

En fin...

Necesitamos a más gente como Yoko Taro.