sábado, 14 de julio de 2018

AY SEÑOR

Otra entrada más, y como la anterior, también breve. 

La cosa es que últimamente, ya sea en algunas conversaciones, por la calle, en clase, oigo una aberración lingüística que me produce no solo pesadillas, sino también daños cardíacos de carácter grave. El pobre es muy sensible con ese tema. No es culpa suya, hay que decirlo. Sobre todo cuando hablamos de esa monstruosidad del lenguaje que es...

MÁS MEJOR, MÁS PEOR, MÁS MAYOR ...

Y similares. 

Quiero decir, ¿tanto cuesta saber que en esos casos no es necesario añadir el más porque estas palabras ya indican que nada les puede superar? ¿Es que nadie ha oído hablar de las redundancias, demonios? Y es que lo peor es que a veces se me escapa de tanto oírlo. Cierto es que por ejemplo con mayor hay ocasiones en las que sí se permite añadir el más, pero cuando estamos haciendo comparaciones, no hace falta. No hace falta, rayos y retruécanos. Ah, y no me vengáis con el argumento ese de que si hablar bien es de la élite y demás, porque no solo es una chorrada sino que además existen Internet, bibliotecas, y otros servicios con los que no cuesta nada informarse un poco. Hacedlo no solo por vosotros, sino también, por mi pobre corazón. Por favor. El pobre ya no está para estos disgustos.

PD: Veo que ahora sí que funciona el Linkwithin, pero solo cuando se hace click en una entrada... Por los clavos de Cristo, estas tecnologías me vuelven cada día más loco.


viernes, 13 de julio de 2018

SEAMOS SERIOS POR UNA VEZ

Buenas, gente. Lo primero, siento mucho no haber escrito durante todo este tiempo. Muchas razones han sido las que han llevado a esta sequía de entradas: los estudios, carencia de temas para hablar, etcétera, etcétera. No estaba, pues, muerto, sino, hibernando cual oso, podríamos decir. También quería comentar que, cómo habréis comprobado, no hay un "Quizás le interese" al final de cada entrada, puesto que el Linkwithin no me funciona como antes. Veré alguna otra alternativa. Una vez dicho esto, prosigamos con el texto en sí. 

Resulta que el otro día hablaba con mi familia sobre una serie que veíamos tiempo ha, una serie que era una delicia audiovisual para nosotros, y que sin embargo, veo que mucha gente odia y critica con mala saña, sin saber yo por qué (por ejemplo, Dross). Dicha serie es...

Megabebés



Quiero decir, solo con fijarnos en la introducción, vemos que nos hallamos ante un producto de calidad incuestionable, afirmación que se corrobora conforme nos deleitamos con los diversos fotogramas que presenta, mientras vemos a bebés de fuerza sobrehumana luchando contra amenazas tan terribles como vacas caníbales del espacio exterior. Un ejemplo:


Sublime.

En fin, no sé a qué diablos estáis tardando en verla. Sé que es una entrada corta, y todo eso, pero, demonios, qué más puedo decir para defender a esta maravilla de serie. Yo ya voy a ponerme a visionarla de nuevo, ahora mismo.

Y no, esta entrada no es de coña. Voy en serio. MUY EN SERIO, MALDITA SEA.