Otra película, otra entrada más del GODZILLAMARATÓN. En esta ocasión, el filme del que vamos a hablar usa la fórmula de la anterior entrega de la saga de Godzilla: monstruos contra monstruos. Simple pero efectiva. Esta fórmula se repetirá a lo largo de las películas de Godzilla, añadiendo nuevos monstruos para batirse con nuestro protagonista. Bien, una vez hecha esta aclaración, empezaremos con la crítica en sí.
La historia es la siguiente: un submarino nuclear americano choca sin querer contra el iceberg donde Godzilla fue congelado y este es liberado. Ni que decir tiene que los americanos acabaron chamuscados. Por otro lado, una empresa farmaceútica en horas bajas decide mandar a dos de sus trabajadores a buscar a un supuesto monstruo a una isla perdida, el cual no es otro que nuestro King Kong. Porque claro, si quieres anunciar bien tu Paracetamol, ¡qué mejor manera que usar a este adorable simio gigantesco para ello!
Ejem. King Kong es dormido con unas bayas y capturado, así que se lleva en barco hasta Japón. Pero logra despertarse durante el viaje y llega por sus propios medios a territorio nipón destrozándolo todo. Y adivinen quién va también para allá...
Así comienza la batalla más épica del universo, en la que King Kong usa el poder de los rayos y Godzilla hace lo propio con su aliento atómico...
Na, qué coño, los efectos especiales de esta película son tan malos que no hay epicidad por ningún lado. Puedes incluso ver en las maquetas que usan para los coches y excavadoras a los muñequitos que hacen de personas. Denigrante... (sé que es una película antigua, pero en la primera de Godzilla lo supieron disimular mejor) ¿Eso es un fallo? Depende. Si la ve un crítico furibundo y destructor seguro que la pone a parir. Pero yo me he partido el ojete de la risa, no sólo con los efectos sino también con las actuaciones, en especial la del jefe de la empresa, sin olvidarnos la de los propios monstruos... Vamos, un cachondeo total. Y a la vez cancerígeno.
Si quieres pasarte un buen rato carcajeándote con Godzilla, esta es tu película. Cuidado con la metástasis, advierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario