jueves, 2 de febrero de 2017

METROID FUSION


Cuando eres niño, imágenes como esta suponen la segunda llegada de Jesucristo

Tendría más o menos siete, u ocho años. No me acuerdo exactamente. Era Navidad, y mis padres me preguntaron qué quería por Reyes en casa de mi tía. La verdad es que no sabía bien qué pedir. Y entonces, veo este anuncio:




¡UNA ABUELA! ¡UNA ABUELA LANZANDO AGUJAS COMO SI FUERA UN PUTO NINJA! ¡Y EL NIETO LAS ESQUIVA DANDO VOLTERETAS LATERALES (CON UN RUIDO MUY CURIOSO, HE DE DECIR) QUE RÍASE USTED DE UN ATLETA OLÍMPICO! ¡OH JODER, YA SÉ LO QUE PUTO QUIERO!

¿Qué os esperabais? Era un crío, y a esa edad, estas cosas llamaban la atención sobremanera. 

Pues eso, que mi tía me regaló el Metroid Fusion para Reyes, mi hermano y yo disfrutamos como enanos, conocimos la saga Metroid, nos enamoramos de ella (por supuesto, la echamos en falta) y de su protagonista, y en la actualidad, suelo jugar con este título siempre que puedo, empezando la partida una y otra vez. Porque afrontémoslo, es una pasada de juego.

Y no por su historia, que era interesante (cómo Samus Aran decide sublevarse contra la Federación para evitar que usen a los Metroid como arma) o los gráficos, que para la época estaban bien conseguidos. No. Si mi hermano y yo amamos a ese juego, es porque posiblemente, no haya ningún otro título que presente una banda sonora que te sumerja tanto en su atmósfera. 

Empecemos con el inicio, cuando desembarcamos en la estación espacial:



JO

DER

Así estaba yo cuando escuchaba la musiquita esa...

Y si eso no parece suficiente, oigamos la música que ponía el juego cuando estabas a punto de enfrentarte a un jefe final:





OH DIOS JODER OH DIOS JODER

Gracias a esa ambientación, a la facilidad con la que te sumergías en la atmósfera del título, estabas mucho más alerta, como si cada paso que dieras fuera el último, si no andabas con cuidado, claro. Y hablando de jefes finales, en este juego fue cuando de verdad vi a JEFES finales. No a los típicos como Bowser, no, me refiero a JEFES finales. De los cabronazos, los tochazos, los que una vez que te los cargas te sientes todopoderoso.

Como Ridley,




Pesadilla (al que amaré por siempre)




Serris (PEDAZO BANDA SONORA QUE TIENE)




La puta araña de los cojones (que si vencías eras considerado en mi casa como un Dios)




Pero si había un jefe que recordaré de este juego, era el Sa-X. Y no porque fuera difícil (era insultantemente simple) sino porque hasta el enfrentamiento final, tenías algunos encuentros con él, encuentros en los cuales el juego quería que tuvieras miedo de él.

Y JODER SI LO TENÍAS.

Para empezar, así te lo presentan:




Dios, esa cara. Esa música cuando te muestran un primer plano de él. JODER.

Si Terminator fuera un alienígena, sería el puto Sa-X

Y hablando de música, por supuesto que no le podía faltar una acorde a su presencia.




En el momento en el que eres informado de la existencia de este ser, el juego te incita a que lo evites, a que te escondas cuando aparece, puesto que no tienes el poder suficiente para hacerle frente. Lo suyo es que le hagas caso, pero por supuesto puedes ser gallito y liarte a hostias con él. Pues bien, en caso de que lo hagas, prepara tu testamento, ponte tus mejores calzoncillos de marca y perfume de diseño porque ESTE BICHO TE VA A VIOLAR POR TODOS TUS ORIFICIOS Y OQUEDADES CORPORALES POSIBLES, SIN VASELINA. 

Bueno, miento. El juego quiere que no luches contra él. SALVO EN UNA OCASIÓN EN LA QUE SÍ, TIENES QUE PELEAR CONTRA ÉL PARA ASÍ ESCAPAR, ANTES DE TENER TODO TU POTENCIAL. Y creedme cuando os digo que es jodidamente angustioso.




De hecho, analicemos cómo me sentí la primera vez que tuve que hacer esta tarea:


Hmm, vaya, no puedo cruzar. ¿Y esa música? OH MIERDA

Bueno, habrá que intentarlo. Me cago en la leche... En fin...
¡¡LIBERTADDDD!!

¡JA! Ya no eres tan duro, ¿eh? Que te jod...

¡OH JODER QUE SE DESCONGELA ENSEGUIDA! ¡PUTOS MISILES DE HIELO DE MIERDA! ¡OH DIOS MI CULO NOOOO! ¡HUID Y GRITAD COMO SI NO HUBIERA UN MAÑANA! ¡HUID, GILIPOLLAS! ¡HUIDDDD!
QUE NO ME SIGAS, COPÓN, QUE PARECES RETRASADO, QUE TE PIRES, HOMBRE, PESAO. ¿NO VES QUE NO QUIERO NADA CONTIGO, JODER? MEJORES COSAS TENDRÁS QUE HACER (COMO SUICIDARTE Y LIBRARNOS AL MUNDO DE TU MALDITA PRESENCIA, SO HIJO DE...)

¡PUERTAS! ¡MONTONES Y MONTONES DE PUERTAS! ¡Y EL SA-X ME PISA LOS TALONES! ¿ESTO ES UNA PUTA BROMA? ¿QUIÉN CONSTRUYÓ ESTA SECCIÓN, UN PUTO SEGUIDOR DE SAW

PESAO, QUE NO HAY NADIE, LARGO, CANSINO, QUE ERES MÁS PESAO QUE  UN DEBATE POLÍTICO, COJONES.

SE... SE VA. ¡AL FIN! ¡YA ESTÁ! ¡OH SEÑOR, GRACIAS!



Y por eso me fastidia tanto que cuando te enfrentas al Sa-X por última vez, sea una batalla tan simple. Para un enemigo tan amenazador, me parece un despropósito.

Como veis, este juego es una maravilla. Muy pocos han conseguido lograr que conecte tanto con su atmósfera y me pongan realmente tenso. Y eso es algo que valoro mucho. Como dije antes, suelo jugarlo muy a menudo, y con cada partida que echo me gusta más y más. No será quizá el Metroid favorito de los seguidores de la saga (yo sinceramente prefiero los Prime) porque la exploración no estaba tan conseguida, puesto que te llevaban casi todo el rato de la mano, diciéndote dónde había que ir, pero buscar los coleccionables escondidos mitigaba esa sensación de perderse por el mapeado. Reconozco también que las cinemáticas, basadas en parrafadas y parrafadas de texto, eran un soberano coñazo. Pero toda esa música, esos escenarios oscuros y opresivos, y cómo te hacía adentrarte en su ambientación, hacían de este juego una maravilla, que no hace sino mejorar con el paso del tiempo. 

Por Dios, probadlo ya. 












No hay comentarios:

Publicar un comentario