Mi primer contacto con el universo de los Transformers fue con la serie de Transformers: Beast Wars. La verdad es que no recuerdo mucho de esa serie, por lo que podría decirse que fue con la película de Transformers del 2007, dirigida por Michael Bay, que empezó mi afición por estos grandes personajes, alcanzando su cota máxima con los cómics. Pero la verdad, si hablamos de las películas de Michael Bay... En su momento me gustaron, aunque ahora... Me acuerdo que un día estaba en mi casa mirando la televisión y haciendo zapping veo que ponen en un canal la tercera entrega, por lo que decidí verla.
No pude ni estar dos segundos mirándola.
Muchos llaman a estos filmes Bayformes, y creo que no andan desencaminados, pues no añaden nada nuevo al universo Transformer. De verdad que no. Cuando ahondas más y más en dicho universo, ves que es mucho más complejo e interesante que lo que las cintas de Michael Bay ofrecen.
No pude ni estar dos segundos mirándola.
Muchos llaman a estos filmes Bayformes, y creo que no andan desencaminados, pues no añaden nada nuevo al universo Transformer. De verdad que no. Cuando ahondas más y más en dicho universo, ves que es mucho más complejo e interesante que lo que las cintas de Michael Bay ofrecen.
Hace ya unos cuantos años, oí hablar de una película animada de Transformers, del año 1986, que constituía el puente entre la segunda y la tercera temporada de la serie de televisión. Su nombre era, simplemente, este: Transformers. La película. Y lo que es más irónico: pese a que no consiguió en su día tanto dinero como lo hacen los Bayformers, se la considera no sólo un clásico, sino un filme de mayor calidad que los actuales. Así que decidí verla y comprobar por mí mismo, si tales afirmaciones eran ciertas.
Y tío... tenían razón. Es más, tras verla, llegué a una conclusión.
Y tío... tenían razón. Es más, tras verla, llegué a una conclusión.
No necesitábamos las películas de los Bayformers.
YA TENÍAMOS UNA PELÍCULA COJONUDA DE TRANSFORMERS
Cierto que tiene algunos fallos, como los constantes cambios en la animación, teniendo así escenas soberbias y otras que no son tan buenas (aunque en general es mucho mejor que la de la serie original, que conste), o que los efectos de sonido de los disparos parezcan, por increíble que parezca, pedos. Pero, honestamente, son fallos minúsculos, comparados con lo que esta película nos ofrece. Porque oír las increíbles y BADASS voces de Orson Welles y Leonard Nimoy para Unicron y Galvatron respectivamente,
ver las impactantes muertes de personajes tan icónicos como Starscream,
Ironhide, Ratchet y Prowl
o del gran OPTIMUS PRIME,
escuchar la épica banda sonora, que alterna música clásica con puro rock de los años ochenta, dando una combinación sublime,
y disfrutar como un verdadero niño de una película que te hace soñar con cada momento que pasa, mucho más que las de los Bayformers... Todo eso hace que ver este filme sea algo impagable.
Sé que mi crítica no ha sido muy larga, y quizá me haya olvidado de algo, pero la verdad, alargaría la entrada y seguro que la estropearía. Tan solo he de añadir que tenéis que ver esta película. Y no, no vale que penséis que al ser de dibujos, es infantil, o noña. Muchas cintas animadas han demostrado tener mayor calidad que numerosas películas de actores reales, y esta es una de ellas: una joya, hecha con un gran cariño hacia los Transformers, que tiene mucho más valor de lo que tus ojos ven.