Sí, lo sé, la entrada de Madoka Magica no está hecha aún, a pesar de que expresé que la siguiente reseña que haría sería sobre esa grandiosa serie, pero no os preocupéis, me queda sólo ver la película, y tan pronto como lo haga, escribiré la crítica. No obstante, quería redactar esta entrada para avisaros de algo que me traigo entre manos. Y absténganse pensamientos eróticos. Esto es algo más serio, caballeros.
Tal y como dije en mi crítica sobre "El recuerdo de Marnie", no soy un que se diga experto en el estudio de animación Ghibli. Diablos, sólo me he visto tres cintas de dicho estudio. Pero eso va a cambiar pronto, mis queridos secuaces/lectores. Porque, igual que hice con las películas de Godzilla al crear el GODZILLAMARATÓN (marca registrada) he decidido realizar algo parecido con las cintas de Miyazaki y compañía.
Pues sí, dentro de poco haré una entrada en la que expondré todas las películas de este estudio, con una breve crítica sobre las mismas. No he querido hacerlo como el GODZILLAMARATÓN porque entonces lo dejaría y se haría larguísimo (ya pasó con el citado maratón, ciertamente)
Así que nada. Avisados quedáis. Quién sabe, quizás encuentre alguna que otra joya.
Una vez más, tenemos aquí la sección de Peticiones de los lectores, con la serie que, como es habitual, habéis escogido con la encuesta pertinente (encuesta que ha sido un PUTO martirio para mi persona, añado)
Encuesta. Cuatro temas. Y el resto se escribe solo.
La serie en cuestión es el anime de 7 OVAs de Gundam Unicorn, perteneciente al gran universo de los famosos Gundam. Ya sabéis, esos robots que siempre aparecían en Keroro...
Antes de nada, he de decir que hay algunos DESTRIPES de la trama, ligeros, pero siguen siendo eso, DESTRIPES. Si no la has visto, será mejor que no sigas (a no ser que seas un poco masoquista, claro) para no arruinar la experiencia del visionado de la serie.
La verdad es que es el primer anime de este universo que veo, y le tenía ganas, en especial por la banda sonora, que está realizada por el gran Hiroyuki Sawano, junto con Mika Kobayashi y Aimer.
Vamos, un orgasmo musical.
Ohhh, dioses de los pentagramas...
Pero, aparte de eso, ¿la serie tiene algo memorable? ¿La recomiendo?
Bueno, obviamente a los seguidores de la franquicia sí, porque en muchas escenas se nos nombran acontecimientos pasados (como la Guerra de un año) con los cuales no he tenido más remedio que buscar en Google para saber qué eran; no obstante he de reconocer que... Me ha gustado este anime. Mucho. No tanto como por ejemplo Giant Robo, pero Gundam Unicorn es, sin duda, un anime destacable. Con un gran mensaje que trata sobre la guerra.
La serie quiere transmitir una cosa muy clara sobre ella: es algo terrible, no hay ni un bando vencedor, ni uno con mayor razón, incluso cuando este lucha por ideales que a primera vista puedan parecer más justificables; porque en la batalla, se pierden vidas, se destrozan personas, el odio crece, y el remordimiento aflora en las personas. Leí una vez en un foro en internet una frase muy buena sobre la guerra. Recuerdo que decía, más o menos, que la guerra es un conflicto provocado por personas ancianas que se conocen y odian pero no luchan entre sí, sino que mandan a jóvenes que ni se conocen ni se odian, para matarse entre ellos. También en la serie se hace ahínco sobre esos "ancianos", que controlan a esos "jóvenes", que buscan lograr sus fines, aún incluso si sus manos acaban manchadas de sangre.
Pero incluso en esas situaciones, puede surgir la esperanza, de que es posible lograr lo correcto. Que al final los humanos podrán entenderse entre ellos y frenar la masacre. Es un tema muy manido en la ficción, pero lo interesante aquí es que ninguno de los dos bandos del conflicto se presenta como "enemigo" o "aliado". Gundam Unicorn nos permite explorar ambas facciones, ver las dos caras de la misma moneda, que persiguen diferentes objetivos, incompatibles. Lo fácil hubiera sido hacer como en Star Wars, que el Imperio es malo de la hostia y los rebeldes son buenos. Pero aquí no sucede eso. Y lo agradezco, porque ofrece una visión mucho más interesante del universo y de la guerra en la que se hallan inmersos los personajes. Personajes que vamos conociendo gracias a esa visión, destacando uno de ellos, que es mi favorito de toda la serie y desde ahora uno de mis personajes preferidos de toda la historia.
Uno de los aspectos que más me han gustado de la serie es cómo se trata a los Newtypes, que, definidos en pocas palabras, son seres humanos con poderes que han alcanzado tras la vida en el espacio; esto es, se consideran nuestra evolución. Por supuesto, eso no pasa inadvertido puesto que los Newtypes son utilizados para pilotar los mechas, y encima acarrean una "maldición" (por así decirlo) con ellos; nadie los quiere, son tratados como basura, y pueden suponer el peligro total para el gobierno de la Federación. Marida Cruz es uno de ellos, uno cibernético, para más inri, y en una de las escenas más interesantes de la serie, el protagonista y ella comunican sus pensamientos (algo así como en Pacific Rim) De este modo, él es capaz de ver lo que ella ha sufrido. Por desgracia no se nos dan muchos detalles de su vida, y me habría gustado saber un poco más, puesto que fue, como he comentado antes, el personaje más destacable de la serie. No obstante, lo que más me atrae de los Newtypes es que en la serie se consideran también como un paso necesario para que la humanidad pudiera al final comprenderse, sin que hubiera malentendidos ni conflictos innecesarios.
Aparte de esta visión de la guerra, también este anime ahonda en cómo el espíritu de venganza puede destruir al hombre, hacer que pierda la noción y cometa actos que aumenten más el odio y el sinsentido de los conflictos.
Los únicos puntos negativos que le veo al anime son algunas conversaciones, en las que me perdía, sobre todo cuando tenían que explicar tal cosa, usando diálogos largos y a veces complicados. Demonios, tuve que rebobinar varias veces el reproductor para enterarme totalmente de lo que estaban diciendo. Será que soy un poco cortito. Pero al final tuve una idea general de lo que sucedía, que eso al menos es lo que importa.
En cuanto a la animación, en general ha estado muy bien, sobre todo en las escenas de batallas. El CGI no era tan nefasto como he visto en otros animes. El diseño de los personajes destacaba sobre todo en los adultos, que tenían caras variadas, no como en los jóvenes. Pero donde dicho diseño alcanza su máxima expresión es con los mechas y sobre todo las armas. En serio, me sorprendió ver cuántos artilugios llevaban encima. Fusiles de asalto, espadas láser, drones que disparaban rayos, hachas con filo de láser, lanzagranadas... Y bueno, sí tuviera que elegir un mecha favorito me quedaría con el NZ-666 Kshatriya,
Esos drones, esos drones...
aunque también reconozco que el Gundam Unicorn no estaba nada mal
y el NZ-999 Neo Zeong.
Dejémonos llevar por el asombro y digamos al unísono: PUTO MASTODONTE, JODER.
En general, es un anime que recomiendo ver, por su visión que ofrece de la humanidad y de los conflictos. Sé que mi reseña ha sido un poco más corta de lo habitual, y quizá no presente tantas reflexiones como en otras ocasiones, pero eso implicaría dar más destripes del argumento de los que he puesto. Aún así, como introducción al universo de Gundam no ha estado mal, y quizá me vea más series de esta franquicia en un futuro. Buenos personajes, mechas por un tubo, gran banda sonora y animación, un mensaje contra la guerra y que apela al entendimiento humano (algo que hoy en día es JODIDAMENTE necesario)... ¿Qué más se puede pedir?
En fin... ¿qué otra serie me podría ver?
Oh sí
Ya está. Próxima entrada: Puella Magi Madoka Magica, la serie y la película.
Hace poco, estuve hablando con un colega. Qué tal la vida, cómo va la familia, y esas cosas. Una conversación típica, vamos. De pronto, decidí hacerle una confesión.
-¿Sabes una cosa?- le dije.
-Cuenta- me respondió.
-Cuando era más pequeño, deseaba que llegasen las vacaciones para poder viciarme a la consola. Ahora, no sé por qué, ya no siento eso.Ya no quiero jugar a videojuegos. Lo que más deseo es leer libros, cómics, ver series, dibujar, y tocar la armónica (que la tengo PUTO abandonada)
Mi amigo se quedó pensativo. Y luego me dijo que a él le pasaba lo mismo.
¿Cómo es esto posible? ¿Cómo se ha podido ir el amor que sentía por este medio?
Llevo jugando desde que era un enano, con el Donkey Kong de la Game Boy que tenía mi hermano. Dios, menudo hijo de puta era el gorila ese... Pero decir que no me lo pasaba bien sería una mentira MAYÚSCULA.
Luego llegó Kirby´s Dream Land, una maravilla que siempre amaba pasar una y otra vez.
Y cómo olvidarnos de ese grandioso temazo.
Posteriormente, llegó la Play 2, con Jak y Daxter, Ratchet y Clank, God of War, a continuación la Gamecube, con el grandioso Metroid Prime, la Xbox 360, con el que considero mi juego favorito, Halo 3 y, cómo podéis adivinar, la Wii U.
Y no sé por qué, cada vez que probaba nuevos juegos, con el paso de los años, me sentía más... aburrido.
El último título que caté fue Pokémon X. Es cierto que con él descubrí al que considero mi Pokémon favorito, pero por lo demás no es un título que catalogaría como una maravilla, a diferencia de la opinión general. En esa entrada ya expliqué las razones, no creo que haga falta repetirlas.
ESTO SÍ ES UN POKÉMON, COJONES
Prosigamos, pues. Han pasado pocos días desde que saltara la noticia de que un medio de prensa de videojuegos español ha sido vetado por Koch Media, al dar a Final Fantasy XV una nota inferior a lo esperado. Y es aquí cuando pienso en cómo funciona la industria de verdad. No sólo me refiero a los "maletines" tan famosos que las compañías dan a los periodistas, no, también hago hincapié en cómo nos trata la industria a los jugones. También hay escándalos en el mundo del cómic y en el cine, no lo negaré. Pero los que atañen al videojuego, sinceramente, son de juzgado de guardia. Hagamos una comparación.
Por un lado, Star Wars Battlefront, el último que salió. Para la PS4, Xbox One, y PC. Bien.
Ya que el juego tenía pocas opciones desde su salida, como un número escaso de mapas, o la imposibilidad de disfrutar de las batallas espaciales, añádele un pase de temporada que cuesta casi LO MISMO que el título. Casi más de 100 euros en total.
DIOS MÍO, ME DUELE EL ALMA SÓLO CON PENSARLO.
Así, así me quedé yo cuando lo leí.
Bien, pues ahora veamos con qué lo contrasto... Oh, ya sé.
Mi amigo capricornio, un cómic japonés que me supuso una sorpresa fantástica, al tratar el tema del acoso escolar, tan vigente hoy día, pero desde una óptica diferente. ¿Su precio? Sólo 8 euros.
Y sí, puede ser que cuando estés con el Star Wars jugando en línea te lo pases de puta madre, pero creo que lo de los 100 euros no se te olvidará en la vida, ni el escozor que te ha dejado en el culo. Pero la cosa que quiero dejar clara es que este juego está INCOMPLETO, le faltan cosas, pero al cómic que he comentado no, está ÍNTEGRO.
Venga, hagamos otro experimento.
The Order 1886, un juego que tiene tan sólo 6-8 horas de duración y que su precio de salida fue de 69 euros y 95 céntimos, redondeando, unos 70 euros. Bien, tomemos ese precio redondeado, y una duración media de 7 horas, ¿de acuerdo? Haciendo cálculos ligeros, 10 euros la hora de partida (Cierto es que hace poco más de un año se rebajó a casi 40 euros, lo que dejaría la proporción en 5,7 euros la hora, redondeando, unos 6 euros cada hora de juego; pero me gustaría hacer la comparación con el precio que tuvo cuando salió)
Ahora, por otro lado, tenemos la película en Blu Ray de Pacific Rim, cuyo precio es de 12 euros y 95 céntimos. Es una cinta de más o menos 132 minutos, esto es, 2,2 horas. Vale. Dividamos otra vez, 12,95 euros entre 2,2. Nos salen casi 6 euros por hora (exactamente 5,88). Y no me negaréis que preferís Pacific Rim a The Order 1886. No contestéis, no hace falta.
Y sí, supongo que saldrá el listo de turno que me hará la comparación con Evangelion 3.33 (cinta que como ya expuse me gustó muchísimo) porque viendo que dura tan sólo 95 minutos y hay que pagar por ella casi más de 15 pavos, la cuenta te sale a 9,6 euros la hora, casi 10. Pero prefiero mil veces esta cinta, que nos cuenta que, por mucho que te esfuerces, no podrás rehacer tus errores, pero que también habrá gente como Kaworu que te apoyará y te ayudará a seguir adelante, acompañada de una animación y música soberbias, que la de, por ejemplo, Call of Halo Reach, un juego que me costó casi 80 euros (era la edición coleccionista) y que aún me sigue doliendo que pagase tanta pasta por esa tremenda decepción de título.
A lo que quiero llegar con esto es que la industria del videojuego me está produciendo un gran desencanto. La mayoría de los nuevos juegos que he ido probando durante los últimos años no son tan buenos como los tildan las revistas y demás medios especializados, hay DLCs por todas partes, errores en las partidas, los escándalos y polémicas se siguen sucediendo, pero a la gente le da igual, siguen comprándolos. Por ejemplo, cuando se pone a la venta un nuevo Call of Duty, que puede costarte un precio altísimo (El Black Ops 3 costó 64,95 euros, tuvo polémicas por la calidad gráfica y su puntuación en Metacritic es de 4,6 para los usuarios, que bueno, fíese usted mismo porque no sé yo) la gente va a por él como loca, a pesar de todos esos aspectos. Y así, todos los años. Eso sí, cuando sale una serie de anime en España, la gente se queja por el precio tan alto que tiene. Joder, que encima que una empresa te la trae, con un doblaje (en la mayoría de las veces) genial, te quejas de la cartera. Y no de cuando sale el Call of Duty de turno.
Pero si pienso en cómo a mí me tratan las industrias del cómic, de los libros, música y películas... No sé, me parecen mejores. Cierto que he sufrido algún que otro desliz, como por ejemplo cómics mal impresos, errores en la numeración, compilaciones de títulos de un autor a las que les falta algún libro en concreto que me gusta, Cds rotos (bueno, eso es más culpa del almacén), pagar por películas regulares o malas... Esas cosas me han sucedido, sí, pero las cuento con los dedos de una mano, como quien dice, y en general estoy satisfecho con la labor que hacen dichas industrias, puesto que he encontrado obras soberbias, como Black Bullet, la saga de Godzilla, la discografía de System of a Down, los libros de Murakami y Delibes, Salinger, La carretera de Cormac McCarthy (cuya adaptación fílmica me encantó)... etc. No obstante, si me refiero a la industria del videojuego... Es que cada día pasa algo. Que si un nuevo DLC, que si una nueva remasterización que cuesta un ojo de la cara, que si la nueva consola no va a ser retrocompatible, que si el siguiente título está incompleto, que si sacan una nueva consola sólo por mejoras gráficas... Y salvo Xenoblade X, no he probado ningún título en los últimos 4 años que me haya apasionado. Sinceramente.
Por eso esto es un triste adiós. Ya no me gustan tanto los videojuegos. O mejor dicho, no me gusta el trato que recibo (y creo que todos los jugadores opinarán lo mismo) de la industria, y en consecuencia, ya no siento lo mismo por los videojuegos. Seguiré jugando, sí, pero a obras antiguas, de tiempos sin duda mejores, cuando no había actualizaciones, ni DLCs, cuando comprabas un título que estaba íntegro, y que ponías en tu consola y a jugar. Me perderé el futuro del videojuego, cierto, las nuevas obras que surgirán. Pero honestamente, eso es algo que no me parece tan malo. Ya no creo en la industria.
Tan sólo un milagro me sacaría de esta situación. Que sacasen un Metroid Prime como Dios manda, la segunda parte del Xenoblade X y un Bloodborne, o algo por el estilo, para la nueva consola de Nintendo, la Nintendo Switch. Y aún con esas, me lo pensaría.
Así que, ha llegado el fin. Me lo he pasado bien. De verdad. Pero ha llegado la hora de decir adiós. Gracias por todos esos momentos.
No sé cómo disteis vosotros filosofía, porque cada Comunidad Autónoma es un mundo, pero la estructura que siguió mi formación en dicha materia fue:
Ética en cuarto de la ESO
Filosofía general en 1º de Bachillerato
e Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato.
Podría decir que cuando más aprendí de Filosofía fue en 2º de Bachillerato.
Pero por desgracia atentaría contra la verdad.
Lo único que hice durante ese año, en esa asignatura, fue aprenderme de memoria lo que los filósofos pensaban acerca de cuestiones como el mundo, la sociedad, y etc. ¿Qué clase de historia es esa? ¿Qué clase de historia, y remarco, RELACIONADA CON LA FILOSOFÍA, es esa? Sí, está bien saber lo que Marx pensaba de la economía mundial, pero una cosa es SABER, y otra muy diferente es APRENDER TODO DE MEMORIA COMO UN MALDITO PAPAGAYO PARA SOLTARLO EN UN EXAMEN Y A OTRA COSA MARIPOSA. Porque SABER implica aprender de verdad, discutir, confrontar los pensamientos de dicho pensador, con los tuyos. Y a lo mejor descubrir que tenía una visión del mundo igual, o diametralmente opuesta, a la tuya. Nada de eso sucedió mientras daba dicha asignatura.
Mucha gente se apenó de que la filosofía sufriera tal corte. Yo en cierto sentido, me alegré. Porque eso no era Filosofía. Era un INTENTO de Filosofía. Y mal llevado. No sé, repito, cómo la disteis vosotros, pero por lo que a mí respecta, me daba vergüenza asistir a esas clases. Verdadera vergüenza.
Hace poco me compré un libro de Alfonso Berardinelli, llamado "Leer es un riesgo". Es un conjunto de artículos publicados durante varios años, y joder, menudo puto descubrimiento. Alfonso, pese a vivir en un país diferente al mío, tiene una manera de pensar que es jodidamente necesaria en estos días. Incluso cuando habla de Italia, parece que hable de España. Pero bueno. Uno de sus artículos más interesantes versa sobre Simone Weil, una filósofa por la que Berardinelli profesa una gran devoción, considerándola la mejor pensadora del siglo XX. Pues bien, YO NO LA DI EN HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. Y por lo que veo, en comunidades como Valencia, tampoco. No sé si en otros sitios se da la obra de esta pensadora, así que agradecería que en los comentarios ofrecierais algo de luz al asunto.
Es interesante ver que Alfonso la define como (y estoy parafraseando) una ensayista que buscaba con gran pasión ser comprendida, evitando que la gente la malinterpretase. También, por lo que comenta el crítico italiano, habló sobre el auge del nazismo, el fracaso de la política obrera de los partidos comunistas, la teología, y la verdad. Y es curioso que ahora, con tanto debate sobre el feminismo, no haya leído nada sobre por qué no se da, en la escuela, a esta mujer. Ni un artículo sobre ese tema; si acaso he visto que la mayoría alaban su obra, pero ninguno se cuestiona lo siguiente: "¿Por qué razón ella no entra en el programa de enseñanza de Filosofía?". Quizá es como dice Alfonso, que sea una pensadora difícil de acceder, que tiene ideas complicadas de interpretar, y digo yo ¿no sería interesante que dichas ideas, siendo arduas, nos obliguen a razonar sobre ellas hasta tener una conclusión propia, que pueda o no coincidir con la de la escritora? También afirma que Simone es considerada como una pensadora con una gran fragmentariedad, y en definitiva, asistemática, lo cual, en opinión de Alfonso, no es así. Y quién sabe, mientras escribo estas líneas, el sistema educativo haya rectificado su error, y la haya incluido. En ese caso, me gustaría que en los comentarios me lo dijerais. Pero por los fragmentos que he leído en el texto de Alfonso, me parece una mujer con una manera de ver el mundo interesante.
En fin. Siguiendo con Alfonso, una de las ideas que sostiene es que el mayor error del sistema de enseñanza es que hace pensar al alumno que las obras literarias están para ser analizadas en la escuela, nada más. También establece que los libros de texto, considerados en teoría útiles, y remarco EN TEORÍA, son odiados porque (¡sorpresa!) causan antipatía, sumisión, y posteriormente, cuando ya se han usado, se venden o incluso se tiran (eso puedo corroborarlo por experiencia propia) tras haberlos destruidos con subrayadores o dibujos (también lo corroboro)
¿Sabéis cómo empecé a leer de verdad? No en la escuela, sino en casa, buscando en Internet, hablando con la gente, sobre libros. De hecho, así fue como conocí "El guardián entre el centeno", el que es para mí mi libro favorito. Cuando puse en Google "El mejor libro del mundo". En la escuela, no se enseña el placer por la lectura, por la evasión. Tan solo aprender de memoria y escupir lo que sabes en un examen, provocar, en síntesis, que el alumno odie por completo la lectura (y luego se queja la gente de que los chavales no leen nada, ¿por qué será?)
Y lo mismo sucede con la filosofía.
Nietzsche era el filósofo que más amaba mi profesor, porque "molaba mucho lo que decía de Dios". Pues mira, no sé por qué solo dimos poco y mal "Así habló Zaratrusta" en vez de el "Anticristo", obra que me atrae más porque en ella expone, por ejemplo, que el cristianismo es un mal social, una manera de atraer a las masas, que los anarquistas son los nuevos cristianos, y que únicamente Jesús es el único y verdadero cristiano que haya existido, cuya obra ha sido destruida y traicionada por la religión que vendría detrás.
Eso es profundo y lo demás son hostias.
Y ¿sabéis? Si ahora quiero leer a Schopenhauer (que casi se me olvida: TAMPOCO LO DI), a Simone Weil, y a Niezsche, no es porque con la asignatura de la historia de la filosofía (y si la pongo en minúsculas no es por capricho, sino porque como dije antes, ESO NO ERA FILOSOFÍA NI NADA) me hubiesen entrado ganas de conocer más de ellos (bueno, sólo de los que di) sino porque, al leer textos y visto series, que hablan de esos pensadores, y su interpretación de la realidad, su manera de pensar me atrae, y quiero saber más de dicha interpretación, comprobar en qué coincidimos, en qué chocamos, y que sus ideas me hagan reflexionar (por ejemplo, el pesimismo de Schopenhauer, el dilema del erizo, el Anticristo de Nietzsche, la concepción de Simone Weil sobre la verdad, o mejor dicho, de la necesidad de la verdad). Pero lo que di en clase sobre los filósofos ni me atrajo, ni me sedujo. Más bien me ahuyentó. Era una prueba, una cosa que se supera, y luego se olvida. Quizá el problema sea del profesor, y no de la asignatura en sí. Posiblemente. Pero dar en el último curso de Bachillerato únicamente historia de la filosofía me parece un crimen, un atentado contra la cultura. Porque una cosa es la historia de la filosofía, y sí, bien llevada, es interesante conocer lo que pensaron antes de nosotros, pero aún así sigue siendo una visión incompleta. Porque se necesita de otro aspecto. La FILOSOFÍA. Dedicar varias horas al día a que los alumnos hablen, expresen sus temores, su visión del mundo, sus deseos, su opinión. Y que sobre todo se fomente dicha expresión.
Por eso me alegro, en parte, de que se reduzca, e incluso quite ese monstruo que es esa asignatura. Pero por supuesto, con la condición de que se mejore. Que sea una asignatura amena, interesante, que no se centre sólo en el pensamiento occidental (descuidando a unos cuantos filósofos según qué Comunidad Autónoma), sino también que trate sobre la filosofía oriental. Pero sobre todo hay que recordar lo siguiente, que es quizá lo más importante. La Historia de la Filosofía, quieras o no, no puede existir sin la Filosofía. Ambas se necesitan. Y si sólo vas a ofrecer Historia de la Filosofía en segundo de Bachillerato, amigo mío, mal vamos.
Bueno chavales, después de la última crítica que hice, y viendo que aún me quedaban por ver algunas series, he decidido realizar una entrada con un contenido totalmente distinto a lo que normalmente suelo escribir: música.
Me gusta el Heavy Metal, ¿qué paisha?
Sí, amigos, la música. Es mi musa para elaborar mis disertaciones, reflexiones y demás cosas, así que le debo bastante y por eso me he propuesto en esta entrada recomendaros varios grupos, músicos y demás que me ayudan a inspirarme en las tareas que hago en el día a día. Seguro que muchos conocéis gran parte de los artistas que van a aparecer, y quizás otros no, pero bueno, me hacía ilusión y tal. Si os apetece proponer algún artista o grupo, podéis hacerlo en los comentarios, para que así podamos echarle un vistazo.
Eso sí: No voy a meter ni reguetón, ni música de discoteca destrozatímpanos, ni nada del estilo. Podéis estar tranquilos.
Pues sí, hoy en la sección de "Peticiones de los lectores" toca analizar esta cinta, que constituye el final de Neon Genesis Evangelion, serie odiada por unos, y amada por otros, al igual que este filme. Aquí os dejo la encuesta que se hizo.
Encuesta. Tres temas para una futura entrada. Un sólo ganador. Vosotros decidís.
En mi caso, me incluyo en el segundo grupo, porque, como ya dije, me gusta esta película. Pero antes de nada quisiera reflexionar sobre una frase que he ido usando últimamente en el blog. Y que tiene que ver con la cinta que nos ocupa.
"Ir más allá"
¿A qué me refiero con esto? ¿Por qué le doy tanta importancia? Bueno, son preguntas que se pueden resolver fácilmente, pero me gustaría contar un ejemplo de lo que considero "Ir más allá".
Hace cosa de dos años, empecé la que sería la mayor empresa de este blog. El GODZILLAMARATÓN, un conjunto de entradas que tratarían sobre la filmografía del icónico monstruo japonés. Lo que al principio empezó siendo como un experimento, un "a ver qué tal son las películas estas", acabó dando respuesta a una pregunta que llevaba en mi cabeza mucho tiempo.
¿Acaso tengo una saga cinematográfica predilecta?
Lo sé, es una pregunta simple e incluso estúpida, porque el hecho de tener, o no, una saga favorita no va a cambiar nada, tan solo es un complemento. No obstante, tras ver estas películas, no solo resolví dicha cuestión, sino que encontré mucho más de lo que podía esperar. Porque Godzilla no es una saga como otra cualquiera.
Godzilla se enmarca dentro del género japonés llamado Tokusatsu, que implica el uso de efectos especiales. Dentro de este, existe el subgénero del Kaiju-eiga, esto es, las películas de los monstruos gigantes, o kaiju. Mi afición por este género nació con la película de Pacific Rim, que sigo considerando como la mejor cinta que tuvimos en este siglo XXI. La película de Guillermo del Toro no era sino un gran homenaje al mundo de los kaiju (y de los mecha), pero había calado tan hondo en mí que decidí conocer un poco más ese universo. Echando la vista atrás, recuerdo que cuando iba a ver la primera película de Godzilla, tenía un poco de vergüenza, porque claro, es una cinta con tíos disfrazados en un decorado, así que lo mejor que podría haber hecho era rezar por que la Tierra me tragase. Pero me equivoqué.
Godzilla es para mí la mejor saga de ciencia ficción que jamás se haya hecho.
Pensemos en los monstruos. ¿Qué es un monstruo? De acuerdo con la RAE, un monstruo es "Un ser fantástico que causa espanto". Según esa definición, el hombre lobo, los dragones o incluso Chtulhu son monstruos, puesto que son eso: seres fantásticos que causan espanto. Y, ¿cuál es su origen?
A grandes rasgos, un monstruo podría constituir una explicación para un hecho desconcertante, nacida del folclore, del boca a boca. Por su parte, Chtulhu es la creación más célebre de Lovecraft, un ser de otro mundo, con capacidades sobrenaturales que lo hacían, a ojos del hombre, un Dios.
Entonces, ¿por qué considero a Godzilla como la mejor saga jamás realizada?
Porque se atrevieron a ir más allá.
Antes de Godzilla, hubo otros monstruos gigantes en el cine, como King Kong, o La bestia de los tiempos remotos. De hecho, esta última comparte el mismo origen que Godzilla, pero en la obra de Ishiro Honda se dio un enfoque que cambiaría por completo el mundo de los monstruos.
En la película se habló de los bombardeos de Hiroshima y Nagashaki. Con un monstruo gigantesco que había nacido como consecuencia las pruebas con bombas de hidrógeno, sumiendo al pueblo japonés en una crisis atómica peor que la que habían sufrido. Las escenas más escalofriantes para mí no fueron las del monstruo, sino las de las ciudades arrasadas, con el fuego extendiéndose en kilómetros a la redonda, los edificios totalmente destruidos, y la gente muriendo por la radiación. El pasado había llamado a la puerta y había entrado sin invitación.
De hecho, es curioso cómo las películas americanas, con presupuestos superiores a las versiones japonesas, no han conseguido tanto reconocimiento. ¿Monetario? Sí, pero si le preguntas a un fan del género kaiju por su película favorita de Godzilla, no creo que te diga algo como "Mi favorita es la del 2014".
Y es que las películas japonesas de Godzilla tienen un mensaje común aplastante: afrontar y lidiar con el pasado.
Esto se ve perfectamente con las primeras entregas: un monstruo gigantesco nace de la energía atómica y sume a Japón en una crisis desastrosa, recordándoles el horror de los bombardeos. Pero cuando comienza la era Heisei, y en especial con la era Millenium, ves personajes que tienen que luchar contra lo que han vivido, a veces recordando sucesos brutalmente dolorosos, marcados por la pérdida. Eso se nota perfectamente en mi película favorita de Godzilla, Godzilla GMK, en la que el rey de los monstruos, que es la representación de las almas de los muertos en la guerra del Pacífico, comienza a destruir a Japón para que la gente "no olvide los gritos de horror", mientras que los dos protagonistas principales, un padre marcado por la destrucción que hizo Godzilla, y su hija, ajena a todo el peligro por su desconocimiento sobre esa criatura, confrontan sus respectivas visiones sobre el mundo. Hay conflicto, sí, pero respetuoso. Godzilla no son sólo tíos disfrazados de monstruos gigantescos dándose de hostias, como mucha gente cree. Hay algo más.
El pasado no es un arma. Pero es necesario recordarlo, igual que hacen esos personajes. Conociéndolo, sin imponerlo, dejando que la gente lo comprenda. Es doloroso, pero sin eso, no podemos avanzar. Hay que saber lo que hicimos, para marcar un camino. Eso es lo que, al menos yo, aprendí de Godzilla. Puede sonar raro, pero cada uno saca sus interpretaciones (de hecho, eso es lo más interesante de una obra, lo que implica para una u otra persona).Y por eso aprecio tanto a Godzilla. Porque me ofreció mucho más que ninguna otra saga me había proporcionado en mi vida.
LARGA VIDA AL REY.
PD: Parecerá hipócrita por mi parte poner esta escena tras lo que he dicho sobre las versiones americanas, pero seamos sinceros: ese rugido es la HOSTIA.
Hace muchos años, mi hermano y yo convencimos a mis padres para poner Digital +. ¿Y por qué no? Así ellos tenían los programas que les gustaban, igual que nosotros. De entre todas las series que ponían, una fue la que nos enamoró a mi hermano y a mí. Una serie de anime, de humor absurdo, y que siempre recordaremos con gran cariño. Damas y caballeros, con todos ustedes,
BOBOBO
La cuestión es que no pensaba hacer de ella un análisis completo, de hecho, el mejor que he visto es el que realizaron la Xanocueva, junto con la breve disertación de Dayoscript en su vídeo "10 anime que recomiendo". No creo que pudiera aportar nada más en una crítica al uso.
El aspecto principal que quería tratar sobre esta serie es su doblaje.
En primer lugar, veamos un vídeo de Bobobo en su versión japonesa:
Y ahora, en la versión castellana:
Seamos sinceros, ¿a que os habéis reído más con el último vídeo?
Cuando sacaron el trailer de Logan, con la maravillosa canción Hurt, del gran Johnny Cash, leí en una noticia sobre el citado trailer que, pese a no ser un tema compuesto por él, sino por Trent Reznor, la hizo "suya", porque con ella pudo contar su vida. Basta con leer la letra y conocer la vida del Hombre de Negro para corroborar esa frase.
"¿Y qué tiene que ver eso con Bobobo?", os preguntaréis.
Pues que algo parecido pasó con este anime.
Gracias al doblaje en castellano, LO HICIMOS "NUESTRO".
Probad lo siguiente: buscad Bobobo en Youtube. ¿Qué os sale primero?
Exacto. OS SALEN VÍDEOS DE LA SERIE. EN CASTELLANO.
Cuando leo algunos artículos sobre el doblaje, o comentarios en páginas como Facebook o Filmaffinity sobre esa profesión, suelo ver, desgraciadamente, gente que menosprecia este mundo tan maravilloso, no sólo de otros países, sino incluso de aquí. Cierto que hay meteduras de gamba en varios casos (como en las películas de Gurren Lagann, con un doblaje en español inadecuado) pero, en la mayoría de las ocasiones, los actores de doblaje hacen un trabajo excelente. Basta con pensar en películas como El Señor de los Anillos, Terminator, o series como Evangelion, Los Simpsons (al menos, los episodios antiguos con el señor Carlos Revilla) y el caso que nos ocupa, Bobobo. ¿Y sabéis por qué son trabajos excelentes? Porque les ponen pasión.
Mirad, también es cierto que en el caso de los animes, las versiones japonesas suelen ganar al resto, dado que los actores de doblaje nipones se dedican apasionadamente a su labor. Y no, no es por ser un pelota, es que es verdad. Pero en el caso de Bobobo, algo increíble, y a la vez maravilloso, ocurrió. Nuestra versión le DIO MIL VUELTAS A LA JAPONESA.
Bobobo es forzar lo absurdo hasta el límite, y eso mismo hicieron los actores de doblaje que se encargaron de ella. LLEGAR HASTA EL LÍMITE. Hasta tal punto que lo más divertido de la serie, al menos para mí, no eran las chorradas que hacían, sino las voces que sonaban cuando las hacían. Las voces y las chorradas se habían convertido en un ser inseparable, indisoluble; una no podía vivir sin la otra. Y por eso la versión japonesa falla. Porque no habían llegado a tal grado de simbiosis.
Oh, y no nos olvidemos del narrador. EL PUTO AMO Y SEÑOR DE LOS NARRADORES, JODER.
A veces oigo a gente decir que prefiere películas en versión original. No lo negaré, hay actores extranjeros con grandes voces, como Jeremy Irons, Leonard Nimoy u Orson Welles. Tampoco negaré que dichos actores son correspondidos con grandes especialistas del doblaje de nuestro país, pero aún así, me siguen gustando sus voces originales. Pero hay ocasiones en las que nuestro doblaje se sale. Como Pepe Mediavilla cuando hace de Morgan Freeman. O Ramón Langa con Bruce Willis. Y en el caso de Bobobo, el trabajo tan grande que hicieron Jaime Roca y compañía con esa serie.
El doblaje en España está cada vez más considerado, pero aún sigue sufriendo muchas lacras e injusticias por parte de gente que no comprende el enorme esfuerzo que los actores de nuestro país ponen cada vez que se acercan al micrófono. Si te gusta más la versión original, hay un botón en el mando que te permite cambiar las voces, e incluso salas de cine en las que ponen la versión original con subtítulos, pero no nos jodas a los que queremos ver a nuestros actores de doblaje en acción. Las dos versiones pueden convivir, con el reconocimiento que merece cada una.
PD: Aprovecho estas líneas para agradecer a Selecta Visión. En primer lugar, por traer al cine más películas de anime, como ya hicieran con Evangelion 3.33, o ahora, con One Piece Gold. Y en segundo lugar, por haber escuchado a los fans y haber dejado que los actores de doblaje españoles originales de los protagonistas de One Piece vuelvan a trabajar en sus personajes (que por si no lo sabéis, son los mismos que aparecían en Bobobo). Un puto sueño hecho realidad, joder. Para que os hagáis una idea, One Piece me dejó de gustar, pero sólo por haber puesto a esos actores la voy a ver. Oh, y también por poner a actorazos como Juan Antonio Bernal para Gold o José Posada para Brook.
En serio, sois la hostia.
PD 2: Me apuesto la bolsa escrotal a que un día mientras hacían el doblaje, Jaime Roca y los demás hicieron alguna chorrada de Bobobo. Y que Juan Antonio Bernal y los otros actores les siguieron la corriente. Y que grabaron ese momento. Y QUE LO HAN PUESTO EN EL DVD. O EN EL CINE COMO UNA ESCENA DESPUÉS DE LOS CRÉDITOS. OH, LAS POSIBILIDADES SON TAN INFINITAS...
Cierto es que hubo empate, pero bueno, tras unas negociaciones tediosas, se ha logrado llegar a un acuerdo, y los dos ganadores van a tener su momento de gloria.
Así que hablemos de Borderlands: The Pre-sequel y Digimon Tri.3: Confession.
BORDERLANDS: THE PRE-SEQUEL
Hay veces en la vida que sinceramente, me pregunto qué hago. Como poner este juego en la encuesta, que al principio iba ganando por mayoría aplastante hasta quedar en empate.
Mirad, no odio este juego. Pero tampoco me gusta. Es uno de esos títulos que no recordaré tanto como otros. Aunque eso sí, es el primer Borderlands en el que consigo llegar casi al final, porque con los otros dos no aguanté ni las dos horas. Algo es algo.
¿Y por qué he aguantado tanto en esta ocasión?
PORQUE ESTE ES UNO DE LOS JUEGOS MÁS DIVERTIDOS QUE HE TENIDO OCASIÓN DE PROBAR EN TODA MI VIDA, PERO NO POR LA HISTORIA, NI LA JUGABILIDAD, NI LA VARIEDAD DE ARMAS, NO.
SINO PORQUE TIENE LOS DIÁLOGOS MÁS JODIDAMENTE HILARANTES QUE HE OÍDO EN CUALQUIER VIDEOJUEGO. O AL MENOS, DE LOS MÁS HILARANTES.
Por ejemplo, los del Claptrap. Que si sus chips de gramática han sido sustituidos por chips de combate y por eso no puede recitar el abecedario, que si no puede traicionar a Jack el Guapo porque era quien le enseñó a subir escaleras, que si quiere casarse con una IA cachonda... Y así con el resto de personajes.
En definitiva, no estaba ahí por la inmensa variedad de las armas, ni por los enemigos, ni por saber qué pasaba al final. Estaba ahí por los diálogos. Esa era la razón por la que seguía y continuaba la historia. Quería oír más gilipolleces, más más estupideces, y reírme (también me gustaba la habilidad especial del Claptrap, con la que cualquier cosa podía pasar, eso hay que decirlo). Y por supuesto, todas esas líneas estaban aderezadas con un soberbio, espléndido y sobresaliente doblaje.
Y eso es lo que más me gusta de Borderlands The Pre-Sequel. Sé que es una chorrada de motivo, pero es que para mí es lo más sobresaliente. Junto con los saltos en gravedad cero.
Pero es que el juego es muy REPETITIVO. No sólo por el esquema de las misiones (que bueno, eso tampoco es que importe mucho porque lo compensan con las situaciones y diálogos, igual que Xenoblade X lo hacía con el trasfondo de los personajes), sino porque, por ejemplo, cuando guardas tus progresos, el juego te obliga a volver a empezar el nivel desde el principio cuando retomas la partida. Y tienes que matar a todos los enemigos que ya habías liquidado, para que así no te molesten como moscas en el culo. Joder.
Y es que eso me mataba. El volver a hacer todo, puesto que lo que ya había avanzado en la misión, se había "perdido". Y tenía que volver a hacer todo el nivel. Así hasta que vi que nuestra relación no podía durar más.
Así que,... ¿Detesto este juego? No, vuelvo a decir, pero podría haber sido mucho mejor si hubiesen corregido eso.
DIGIMON ADVENTURE TRI. 3: CONFESSION
La primera OVA de Digimon Tri no me pareció una obra maestra, pero no estaba mal, salía Omegamon dando hostias y las relaciones entre los niños elegidos estaban ahí. La segunda tenía mucho más fanservice, pero sin duda lo que define a la tercera entrega, es drama. Y del que me ha hecho llorar.
Antes de seguir, quisiera informar de que, a diferencia de la anterior parte de la entrada, esta tiene destripes de la trama (Dios, cuantas más veces escribo esa palabra, más me doy cuenta de que es mucho más BADASS, orgánica y visceral que spoiler...). Avisados quedáis.
La tercera OVA continúa justo después del final de la anterior, con una Meiko destrozada por la muerte de Leomon a manos de Meicomoon, su compañera Digimon. Posteriormente, los Digimon protagonistas se van infectando, siendo el primero en caer Patamon. TK intentará por todos los medios ocultarlo, incluso a Patamon, pero al final...
Y es aquí cuando empieza el drama. Todos los Digimon van sucumbiendo paulatinamente a la enfermedad, y además, cuando aparece Meicomoon, destruyendo la ciudad, una cuenta atrás se inicia. Dicha cuenta atrás es la del reinicio, que solventará los problemas causados por la infección, pero borrará la memoria a Agumon y compañía. Y la mejor escena de todas las OVAS de Digimon Tri, sucede.
Esta escena es DRAMA puro, del que te hace llorar. Y no es para menos. No sólo porque por fin le han dado el protagonismo que se merecía a Tentomon, uno de mis Digimon favoritos, sino que, al contrario que en las otras OVAs, en las que las megaevoluciones servían para luchar contra un enemigo superior, aquí dicha megaevolución le sirve a Tentomon para sobrevivir a la acometida de sus compañeros infectados, y lograr llevar a Meicomoon al mundo digital, evitando mayores daños en la ciudad... aún a costa de sus memorias. No hay ningún villano que vencer, que sirva de propósito para la megaevolución. Es una medida desesperada.
Por otro lado, cuando vi por primera vez el poster, me alegré de que Tentomon alcanzase su estado definitivo, pero una vez que me vi entera esta OVA tampoco llegué a imaginar que le diesen un mayor peso en la narrativa. No me refiero a la ya mencionada batalla final, sino a escenas como en la que los Digimon se enteran del reinicio que afectará al mundo digital y las consecuencias que eso implica. Cuando comienzan a preocuparse, Tentomon les pide que no pierdan la esperanza, y que seguro que Izzy encontrará una solución, puesto que está trabajando duro, desesperado por lograr resolver todo.
También hay otras escenas interesantes, como cuando los Digimon deciden pasar sus "últimos" días con sus compañeros humanos, y me alegra ver que Joe ha seguido con el cambio que dio en la anterior OVA. El resto de los niños elegidos, por otro lado, mantiene su esquema, sin sorpresas.
El punto negativo más llamativo de la OVA (como en las otras) es irregularidad de la animación: en algunas escenas es soberbia, en otras no tanto. De hecho, lo que menos me gustó fueron las caras de los personajes, que casi nunca parecen demostrar emociones. De hecho lo podéis ver en el vídeo de arriba. No sé, que cuando Izzy ve que Tentomon se va a sacrificar, me esperaba algo como esto:
Otro fallo que le veo es que la OVA te arroja un montón de información sin esperar a que la puedas asimilar. Supongo que en las siguientes entregas lo explicarán un poco, pero la verdad es que es algo bastante confuso. Que si Homeostasis, que si el reinicio, que si el mar cuántico...
En resumen, para mí, esta OVA me ha parecido la mejor entrega de la saga de Digimon Tri. Esperemos que la siguiente tampoco defraude...
OH POR OPTIMUS PRIME, QUE MACHINEDRAMON VA A SALIR EN LA CUARTA. QUE VAMOS A TENER UN PUTO MECHA EN DIGIMON TRI. OH POR OPTIMUS PRIME.
Posiblemente estemos ante el análisis más largo que haya hecho en el blog, así que ¡aprovechad esta ocasión, insensatos! Si no me da un ataque cardíaco al intentar cumplir tan asombrosa y hercúlea hazaña, claro está, pero tranquilos, tengo un arsenal farmacéutico preparado para evitar tal patológico suceso.
"¿Y de qué trata esta nueva entrada?", os preguntaréis.
Bueno, pues vamos a analizar Xenoblade Chronicles X, para la Wii U.
Como ya sabréis, Super Smash Bros fue el aliciente para que me comprara una Wii U, pero eso no quita que el título que hoy nos ocupa no me pareciera, desde su anuncio en el E3 del año 2013, un juego a tener en cuenta. Ya entrado el 2014, cuando vi su trailer en la feria de Los Ángeles, decidí que merecía la pena y me propuse adquirirlo. Pasaron los meses, el juego desembarcó en nuestras tierras y lo compré, pero no pude probarlo hasta mucho tiempo después, puesto que estaba muy ocupado con los estudios. Por fin, en este verano, pude catarlo, y tras haberme pasado la historia principal y bastantes misiones opcionales, (me quedan unas cuantas, eso sí) vamos a efectuar el análisis de marras.
Eso sí, este análisis va a tener muchos DESTRIPES de la trama, así que, si no habéis catado aún Xenoblade X, mejor que no sigáis.
¡Basta de cháchara! ¡Al lío!
GRÁFICOS, ENEMIGOS... VAMOS, EL MUNDO QUE TE RODEA
¡Oh, jo jo! ¡Dios, este apartado puede ser el complemento perfecto a esa entrada que he hecho hace tan poco tiempo! ¿Que por qué? Porque una cosa es tener la mejor definición y los gráficos más realistas de la historia, y otra muy diferente es lo que pasa en la obra de Monolith Soft: saber usarlos bien para hacer un mundo maravilloso. Miradlo por vosotros mismos:
Aún recuerdo cuando vi este trailer y me meé del gusto. El mundo de Mira es precioso, lleno de bestias increíbles, enormes montañas y gigantescos lagos y cascadas. De hecho, tengo en mi posesión el libro de arte de este juego, y se nota muchísimo el mimo que pusieron a la hora de crear el planeta de Mira.
Además, desde que empiezas, siempre tienes la sensación de que eres un microbio, puesto que numerosas de las criaturas que pueblan este mundo poseen un nivel muchísimo más alto que el tuyo (de hecho, te puedes encontrar a los 30 minutos o así bichos de nivel 50 para arriba) lo cual contribuye a que te sientas como uno de los antiguos exploradores de la antigüedad, maravillado y a la vez aterrado de lo que te rodea, pensando en los nuevos territorios que te podrás encontrar. Y eso no creas que se acaba cuando consigues el mecha más tocho y tienes el nivel más alto, no, no, incluso entonces te puedes encontrar con criaturas que te violarán sin piedad y te dejarán el culo más rojo que un pimiento morrón.
Luego, si nos centramos en los detalles, pues podemos ver que el juego flaquea en cuanto a potencial gráfico: los coches y muchos elementos móviles atraviesan al protagonista y la mayoría de las escenas cinemáticas son muy pobres, cierto, pero si lo comparo con, por ejemplo, The Order 1886, con un apartado audiovisual impresionante, pues Xenoblade X gana. Tras haber visto algunos gameplays y la crítica que hizo Dayoscript, así como la de Angry Joe, veo que hay pocos tipos de enemigos, y sí, se puede explorar la ciudad, pero solo un poco y casi todo son QTE y disparos en escenarios pequeños y claustrofóbicos. Xenoblade X no es así: hay muchos tipos de enemigos (algunas especies son como otras pero con sutiles diferencias, no obstante, son muchas más clases de criaturas que en el título de PS4), puedes explorar un enorme mundo y este no es lineal, de hecho, las mazmorras (bueno, cuevas) son a veces enormes, con numerosos escondites y caminos secretos. Pero lo más importante, y lo que quiero dejar claro, es que en The Order 1886 se explotó tanto la capacidad gráfica que al final la duración (de 6 a 8 horas de las cuales 2 son cinemáticas) y las posibilidades se vieron considerablemente mermadas. Si eso se hubiera hecho en Xenoblade X, no hubiera considerado siquiera comprarlo. Y a eso voy: da igual que tengas la mejor potencia gráfica, eso sacrificará el resto de apartados del juego, a no ser que los uses bien, como en el caso que nos ocupa. Como bien dice Angry Joe,
SONIDO Y BANDA SONORA
Un apartado del que no tengo ninguna queja al respecto, sobre todo si nos referimos a la banda sonora, obra del siempre sobresaliente Hiroyuki Sawano, que también participó en series como Kill la Kill, Guilty Crown o Gundam Unicorn, entre otras obras, con unos resultados más que dignos. Para mí, este compositor es uno de mis favoritos, junto con Hans Zimmer o James Horner. En Xenoblade X tenemos muchos temas, algunos mejores que otros, cierto, pero que sin duda logran acompañar a la aventura. Y por supuesto, Mika Kobayashi, que colabora mucho con este compositor nos enamora de nuevo con su voz. No obstante, en algunas cinemáticas, parece que la música se eleva por encima de las voces de los protagonistas y a veces no te enteras de nada de lo que dicen. Menos mal que tenemos los subtítulos, pero son demasiado pequeños, dejándote los ojos la mayoría de las veces al intentar leerlos.
De entre todos los temas, mis favoritos son los siguientes:
De hecho, las dos últimas me recuerdan a Metroid Prime, fíjate tú.
Hablemos ahora del doblaje. Está solo en inglés, mientras que en el anterior título, Xenoblade Chronicles, podíamos elegir entre el idioma anglosajón y nipón. Al principio eso me echó un poco para atrás, pero los actores de doblaje ingleses son bastante buenos, en especial el de L, que es un cachondo mental con el que me he reído muchísimo, y Ga Jiarg, que presenta una voz grave, señorial y pausada. El resto del elenco no es nada despreciable, cumpliendo con su cometido y dando un resultado satisfactorio. El problema, como vuelvo a comentar, son los subtítulos. SON MINÚSCULOS, y encima de color blanco, por lo que a veces no los puedes leer porque no se identifican bien con el color de los escenarios.
COMBATE
Con tantas criaturas hostiles y un montón de enemigos, seguro que os preguntaréis cómo se pegan de hostias en este juego.
El sistema de combate está basado en el del Xenoblade de la Wii. Para los profanos, como yo, en la materia, me recuerda un poco al de Pokémon y Kingdom Hearts... Con varias diferencias, claro.
En primer lugar, tienes que fijar al oponente, y te mueves alrededor de él. El combate es en tiempo real (como en Kingdom Hearts), y tú atacas con armas de fuego (rifles, por ejemplo) y de cuerpo a cuerpo (como espadas) de modo automático. Luego, tienes un set de ocho artes seleccionables, que puedes modificar (no sólo en tu caso, sino también en los demás personajes que te acompañan) y dan numerosos efectos. Estas artes son las que me recuerdan a los movimientos de los Pokémon, puesto que estos también podían modificarse y daban diferentes bonificaciones: daño, envenenamiento, parálisis...
Por desgracia, todo eso se enmarca en una interfaz de combate que, cuando comienzas a jugar, resulta caótica. MUY CAÓTICA.
En ella te indican cosas como tu salud, la de tu equipo, el combustible de los mechas, la salud del bicho, las ocho artes y los efectos que hacen, el mapa, el ataque que te lanza el enemigo, la situación desde la que estás con respecto a él (si delante, o en el flanco inferior...). Y a todo eso, suma una minúscula letra.
Son muchos datos, y habituarse a ellos es un proceso largo, y a veces tedioso. Además, en el juego te dan muy pocas pinceladas sobre el combate (sólo te dicen cómo se fija blanco y seleccionan artes), y tienes que recurrir o bien al manual electrónico o a guías para saber un poco más de la mecánica de lucha. Aún ni siquiera sé qué son cosas como el Potencial, o cómo funciona la Estabilidad de las armas.
Eso sí, el combate presenta algunos aspectos que me han parecido interesantes. Puedes derribar a los enemigos, o destruirles extremidades, lo que les reduce la vida considerablemente y es más fácil derrotarlos. Al principio, el combate me parecía un poco estático, pero cuando dominé esas técnicas se me hizo mucho más ameno. Y creedme, cuando estáis luchando a pie contra un bicho de un millón de puntos y pico de salud, el poder derribarlo y darle estopa te facilita mucho la vida. Por supuesto, también puedes cambiar el estado de los enemigos, con parálisis, comas y demás. Lo malo es que necesité muchas horas para comprender todas esas mecánicas y así disfrutar de las peleas.
Una pega que le veo al combate es el uso que haces de los Skell, los mechas. Son preciosos, me encantan, y cuando consigues el primero las batallas se vuelven más divertidas. Lo malo es que el juego te obliga a usarlos. Me explico. Las armas de los Skell son mucho más poderosas que las de tu avatar. Así que cuando ves que puedes contra enemigos que ni a tiros se morían cuando ibas a pie, pues bueno, sigues usándolos más y más. Total, ¿qué puede pasar?
Pues en la batalla final, que te enfrentas a un jefe final de nivel 50, te quitan los Skell. Y tienes que ir a pie. Con tu avatar, que seguramente tengas bastante descuidado. Me costó HORRORES ganar a ese jefe final. Y se podría haber resuelto esa situación de una manera sencilla.
Los Skells van por niveles: si quieres pilotar uno, debes tener su nivel. Lo malo es que el robot se queda en ese nivel, pero tú sigues aumentando. Y yo digo ¿y si el Skell subiera de nivel cuando lo manejas, y no el avatar? O mejor aún ¿Y si para mejorar el avatar tienes que, hablando en plata, usarlo, combatir sin Skell, a patita? Así, no lo descuidarías tanto y esa situación no se daría, estarías preparado para esa batalla. O incluso mejor, que en algunas misiones de la historia no te dejen usar Skell por algún motivo (que en algunas misiones online lo hacen). Y sí, ya sé que en las cuevas no puedes ir con robots, pero las que visitas durante la historia principal (sin contar con misiones secundarias) no son muy complicadas y con ir medianamente preparado a pie sobra.
Lo malo es que la solución que te ofrece el juego es que le eches horas y horas para que consigas un montón de mejoras y materiales con los que ser una bestia parda a pie. Y claro, si conseguir un Skell digno para la historia principal ya te costó horrores, no me quiero ni imaginar lo que sería estar horas y horas sin avanzar en la historia principal, intentando obtener los materiales necesarios.
Ah, un consejo para los que estéis atascados con ese jefe final. Llevad artes de derribo y de mejora de ataque. Son la hostia.
HISTORIA Y PERSONAJES (aquí empiezan los destripes de la trama, cuidadín pecadorl)
¡Ajajajá! ¡Este, amigos míos, es el apartado que CUALQUIER videojuego debería priorizar, por encima de cualquier otro! ¿Cómo lo hace Xenoblade X? Veámoslo.
Estamos en el año 2054, y como en la película de Titan AE, la Tierra sufre el ataque de unas razas alienígenas desconocidas, que destruyen nuestro planeta. Una de las naves que logró escapar de la masacre debe aterrizar forzosamente en Mira, un planeta salvaje y desconocido. Cuando tomamos control de nuestro personaje, totalmente personalizable (gracias a Dios), y descubrimos la ciudad humana de Nueva Los Ángeles, nuestra misión es recuperar el Arca de la Vida, donde están el resto de personas que nos acompañaban en el viaje.
La historia puede parecer típica; a mí, por ejemplo, se me antojó como una especie de mezcla entre la película de Don Bluth, con una humanidad perdida de la mano de Dios buscando su propio lugar donde vivir y Gurren Lagann, con la supervivencia de la humanidad por encima de todo, y luchando contra cualquier enemigo, por mucho que pueda superarnos (si bien eso no me echó para atrás, al contrario, me dio más ganas de probarlo).
Al principio el argumento tarda muchísimo en arrancar, puesto que te quiere poner en situación, y creo que la mayoría de las cinemáticas iniciales se podrían haber acortado un poco más. Pero la historia está salpicada de numerosos giros, como en el capítulo 5, que te desvelan que eres un mimeosoma, un ser cibernético controlado a distancia por tu cuerpo real, depositado en el Arca de la Vida (e igual sucede con el resto de personas de la ciudad). No obstante, el giro argumental que se lleva la palma se halla en el último capítulo, donde te sueltan que los cuerpos verdaderos de TODAS las gentes de Nueva los Ángeles, incluido el tuyo, no existen, fueron destruidos con la Tierra, y que en realidad tu mimeosoma es controlado por tu conciencia, digitalizada en el Arca de la Vida, una solución mucho más sencilla que llevar todos los cuerpos reales. Y luego, transferirían dicha conciencia a cuerpos creados con fluidos protoplásmicos. Para mí, la escena cinemática en la que te lo explican es una de las mejores de todo el juego.
Cuando la vi, me quedé con el CULO TORCIDO. Me dije: "¡Hostia puta! ¡Esto es jodidamente impactante!". Doug, uno de los personajes que te acompaña, cuando se entera de tal suceso, dice lo siguiente:
A lo que Elma, otro personaje que también te acompaña, le responde con lo siguiente:
Hmmm... Continuidad de la consciencia... Vaya, eso me recuerda un poco a Platón, cuando exponía la metempsicosis... De hecho, según se puede ver en este artículo, parece ser que el juego trataba muchos más temas filosóficos de los que yo pude presuponer... Eiiiii, espera un segundo...
¡¡UN MOMENTO!! ¡¡PAREN ROTATIVAS!!
¡¡OH DIOS MÍO!! ¡¡ESTE JUEGO ESTÁ HACIENDO QUE NO SOLO REMEMORE CONOCIMIENTOS QUE ADQUIRÍ HACE AÑOS EN FILOSOFÍA, SINO QUE AL INVESTIGAR UN POCO MÁS SOBRE SU MENSAJE, ME ESTÁ OBLIGANDO A QUE BUSQUE UNOS NUEVOS TÉRMINOS QUE NO HABÍA OÍDO HABLAR DE ELLOS, Y ASÍ COMPRENDERLOS!!
En síntesis...
¡¡POR EL AMOR DE OPTIMUS PRIME!!
¡¡¿¿ESTOY APRENDIENDO CON UN VIDEOJUEGO??!!
Coñas aparte, esto es algo normal, pero que sin embargo mucha gente no ve. Un videojuego es una obra de arte, que intenta contar una historia, ya sea la de rescatar a una princesa de un dragón escupe fuego o la del caso que nos ocupa, y como en los libros, cómics y películas, hay juegos que sólo quieren que te evadas y otros que quieren que te emociones, e incluso aprendas algo por el camino. Xenoblade X está en este segundo grupo, o al menos lo veo yo. Pero incluso con todo esto, Xenoblade X tiene una baza oculta que lo hace más atractivo: sus personajes. O al menos, que no están como en muchos juegos, esto es, como simples herramientas, sino que tienen algo que contar, algo con lo que te empatices con ellos. Y ahí entran las misiones de afinidad.
Cuando luchas con tu equipo, a veces un miembro te dice cosas como: "¡Ataca cuerpo a cuerpo!". Si le haces caso, verás que le sale en la cabeza un corazón. También, cuando hablando te dan a elegir varias opciones, según la que escojas le saldrá un corazón al personaje. Cuantos más corazones le salgan, más afinidad tendrá contigo, así hasta rellenarla. También puedes aumentar dicha afinidad con las misiones de conversación, que se basan en encontrar a los personajes en la ciudad y parlar con ellos. Incrementar la afinidad hasta el llegar al máximo no es nada fácil, de hecho, en el caso de un personaje (del que os hablaré a continuación), estuve con él tooooda la historia principal y buena parte de las misiones principales para ello.
Conforme aumentas la afinidad, se desbloquean misiones de afinidad para ese personaje. Se basan en cumplir algunos objetivos típicos, como coger tal objeto, matar a un bicho... etc. Así, parecen poca cosa, pero cuando las cumples, se te muestra una escena cinemática en la que aprendes algo más sobre el personaje, como su historia, sus aspiraciones... Al final, logras empatizar con ellos. Cierto que la mayoría de las veces son personajes que han perdido a algún ser querido, pero no dejan de ser historias trágicas y por las que sientes algo.
Y ahora, hablemos de mi personaje favorito del juego, junto con el protagonista. El que llevé todo el rato.
Bozé Lowes, o como lo llaman sus alumnos, "Sensei".
¿Cómo es Bozé? Bueno, es un francotirador experto, enamorado de la cultura oriental y que odia a los alienígenas con toda su alma, debido a que muchos de sus alumnos han muerto a manos de ellos.
Luego comprende que no todos los alienígenas son malignos, y cambia de opinión (sólo si haces bien la primera misión de afinidad).
¿Por qué es mi personaje favorito de todos los que me acompañan? Bueno, pues porque después de que en una misión dijera una cosa como esta,
y que tras haber perdido a todos sus alumnos me prometiera lo siguiente,
un pensamiento pasó por la cabeza.
"Bozé, tu vas a ser el cuarto miembro de mi grupo , junto con Elma y Lin, para hacer las misiones de la historia principal. Es más, eres mi personaje favorito de todo el juego".
Podría haber elegido a cualquier otro personaje, hay montones para reclutar. No obstante, Bozé me llegó al alma. A otras personas posiblemente no les haya parecido nada del otro mundo, pero para mí, ha sido un gran personaje, con el que he conectado. Y eso es lo importante de una historia, ¿no?. Que tanto lo que cuenta como los personajes que la pueblan te agraden.
También leí muchas quejas sobre el protagonista principal, en las que decían que comparado con el del anterior título, dejaba mucho que desear. Sobre eso quería decir dos cosas:
1. Es un juego de rol, de tomar un papel. Y creo que personalizar al protagonista a tu gusto, creando el avatar ideal, es algo imprescindible para lograr tal objetivo.
2. No sé, pero a mí, el avatar me ha parecido carismático. Por ejemplo, cuando fija el objetivo en enormes enemigos, dice: "Te crees muy grande", o cuando usé una gatling en el Skell se rió como una sádica... Además, tanto ella como los personajes mantienen conversaciones muy divertidas tras acabar las batallas, en el tono de Transformers More Than Meets The Eye.
Pero no sólo entre humanos anda la cosa, sino que además el juego te invita a conocer muchos aspectos de las razas alienígenas que te encuentras, como sus gustos, su cultura, e incluso, cómo se reproducen. Por poner un ejemplo, en una misión, un extraterrestre me propuso boicotear una campaña electoral con la que se elegiría al representante de las razas alienígenas de la ciudad, puesto que el candidato con mayores posibilidades de salir elegido era un patán cuanto menos con aires de un dictador aficionado.
CONCLUSIÓN FINAL
Xenoblade X no es el título por el que me cogí una Wii U, pero para mí es sin duda el más sobresaliente de todos los que tengo. No sólo porque tiene unos preciosos escenarios, sino porque el juego hace todo lo posible por que te involucres en el desarrollo de la ciudad, y conozcas más a los personajes que te encuentras en este planeta, empatizando al máximo posible con ellos. Eso sí, para poder aprovecharlo con detalle, necesitas paciencia, y si como yo, eres un novato en los juegos de rol, quizá la experiencia pueda resultar un poco más aburrida, sobre todo en los primeros compases de la historia. No obstante, yo, que vengo de los juegos de disparos (vamos, los shooter, que como es sabido son juegos generalmente más rápidos y accesibles) me ha parecido un buen título, y mi concepción sobre el género del rol ha cambiado. De hecho, en un futuro, me gustaría probar otros videojuegos de este mismo estilo.
Y, para rematar... COSAS QUE SE DEBEN HACER SÍ O SÍ EN LA SEGUNDA PARTE
-Finalizar la historia: No lo he dicho antes, pero bueno, más vale tarde que nunca. Xenoblade X acaba dejando claro que va a salir una secuela, así que lo mejor sería que todas las dudas e incógnitas argumentales se resolvieran en esa segunda parte, no convirtamos esto en el cuento de nunca acabar.
-Nuevos personajes para reclutar, con sus misiones de afinidad; y más misiones secundarias con las que conozcas a las razas alienígenas: Eso es de cajón, pero bueno, por si acaso. Ah, y también que se puedan meter más especies de xenomorfos en tu equipo.
-Que puedas explorar el espacio y los fondos oceánicos: Tú imagínatelo. Con el Skell, o con un equipo especial, puedes estar en el espacio o en el fondo del mar, luchando contra los monstruos que te puedas encontrar en esas zonas. Vamos, ya entonces sería la hostia. Y hablando de la exploración, por favor, que no la corten en la siguiente entrega y nos den un juego lineal, vamos, "en pasillo".
-Poner voces en castellano, aparte de las japonesas e inglesas: Por supuesto. Para que os hagáis una idea, si pusieran actores como Jordi Boixaderas para Ga Jiarg o Iván Muelas para L, y de ese calibre para el resto de personajes, me conformo.
-Que Hiroyuki Sawano vuelva a estar como compositor: Y con Mika Kobayashi, por supuesto.
-Personalizar a tu personaje: O poder jugar con el que te hiciste en Xenoblade X.
-Más clases de Skell: Por ejemplo, que tengan tres brazos, como Crimson Typhoon. Y por el amor de Dios, mejorar la dependencia que se tiene de los robots.
-Y por último, QUE SE MEJORE LA TRADUCCIÓN: Con ello me refiero a estos "cambios" que se hicieron.