Hace cosa de dos años, empecé la que sería la mayor empresa de este blog. El GODZILLAMARATÓN, un conjunto de entradas que tratarían sobre la filmografía del icónico monstruo japonés. Lo que al principio empezó siendo como un experimento, un "a ver qué tal son las películas estas", acabó dando respuesta a una pregunta que llevaba en mi cabeza mucho tiempo.
¿Acaso tengo una saga cinematográfica predilecta?
Lo sé, es una pregunta simple e incluso estúpida, porque el hecho de tener, o no, una saga favorita no va a cambiar nada, tan solo es un complemento. No obstante, tras ver estas películas, no solo resolví dicha cuestión, sino que encontré mucho más de lo que podía esperar. Porque Godzilla no es una saga como otra cualquiera.
Godzilla se enmarca dentro del género japonés llamado Tokusatsu, que implica el uso de efectos especiales. Dentro de este, existe el subgénero del Kaiju-eiga, esto es, las películas de los monstruos gigantes, o kaiju. Mi afición por este género nació con la película de Pacific Rim, que sigo considerando como la mejor cinta que tuvimos en este siglo XXI. La película de Guillermo del Toro no era sino un gran homenaje al mundo de los kaiju (y de los mecha), pero había calado tan hondo en mí que decidí conocer un poco más ese universo. Echando la vista atrás, recuerdo que cuando iba a ver la primera película de Godzilla, tenía un poco de vergüenza, porque claro, es una cinta con tíos disfrazados en un decorado, así que lo mejor que podría haber hecho era rezar por que la Tierra me tragase. Pero me equivoqué.
Godzilla es para mí la mejor saga de ciencia ficción que jamás se haya hecho.
Pensemos en los monstruos. ¿Qué es un monstruo? De acuerdo con la RAE, un monstruo es "Un ser fantástico que causa espanto". Según esa definición, el hombre lobo, los dragones o incluso Chtulhu son monstruos, puesto que son eso: seres fantásticos que causan espanto. Y, ¿cuál es su origen?
A grandes rasgos, un monstruo podría constituir una explicación para un hecho desconcertante, nacida del folclore, del boca a boca. Por su parte, Chtulhu es la creación más célebre de Lovecraft, un ser de otro mundo, con capacidades sobrenaturales que lo hacían, a ojos del hombre, un Dios.
A grandes rasgos, un monstruo podría constituir una explicación para un hecho desconcertante, nacida del folclore, del boca a boca. Por su parte, Chtulhu es la creación más célebre de Lovecraft, un ser de otro mundo, con capacidades sobrenaturales que lo hacían, a ojos del hombre, un Dios.
Entonces, ¿por qué considero a Godzilla como la mejor saga jamás realizada?
Porque se atrevieron a ir más allá.
Antes de Godzilla, hubo otros monstruos gigantes en el cine, como King Kong, o La bestia de los tiempos remotos. De hecho, esta última comparte el mismo origen que Godzilla, pero en la obra de Ishiro Honda se dio un enfoque que cambiaría por completo el mundo de los monstruos.
En la película se habló de los bombardeos de Hiroshima y Nagashaki. Con un monstruo gigantesco que había nacido como consecuencia las pruebas con bombas de hidrógeno, sumiendo al pueblo japonés en una crisis atómica peor que la que habían sufrido. Las escenas más escalofriantes para mí no fueron las del monstruo, sino las de las ciudades arrasadas, con el fuego extendiéndose en kilómetros a la redonda, los edificios totalmente destruidos, y la gente muriendo por la radiación. El pasado había llamado a la puerta y había entrado sin invitación.
De hecho, es curioso cómo las películas americanas, con presupuestos superiores a las versiones japonesas, no han conseguido tanto reconocimiento. ¿Monetario? Sí, pero si le preguntas a un fan del género kaiju por su película favorita de Godzilla, no creo que te diga algo como "Mi favorita es la del 2014".
Y es que las películas japonesas de Godzilla tienen un mensaje común aplastante: afrontar y lidiar con el pasado.
Y es que las películas japonesas de Godzilla tienen un mensaje común aplastante: afrontar y lidiar con el pasado.
Esto se ve perfectamente con las primeras entregas: un monstruo gigantesco nace de la energía atómica y sume a Japón en una crisis desastrosa, recordándoles el horror de los bombardeos. Pero cuando comienza la era Heisei, y en especial con la era Millenium, ves personajes que tienen que luchar contra lo que han vivido, a veces recordando sucesos brutalmente dolorosos, marcados por la pérdida. Eso se nota perfectamente en mi película favorita de Godzilla, Godzilla GMK, en la que el rey de los monstruos, que es la representación de las almas de los muertos en la guerra del Pacífico, comienza a destruir a Japón para que la gente "no olvide los gritos de horror", mientras que los dos protagonistas principales, un padre marcado por la destrucción que hizo Godzilla, y su hija, ajena a todo el peligro por su desconocimiento sobre esa criatura, confrontan sus respectivas visiones sobre el mundo. Hay conflicto, sí, pero respetuoso. Godzilla no son sólo tíos disfrazados de monstruos gigantescos dándose de hostias, como mucha gente cree. Hay algo más.
El pasado no es un arma. Pero es necesario recordarlo, igual que hacen esos personajes. Conociéndolo, sin imponerlo, dejando que la gente lo comprenda. Es doloroso, pero sin eso, no podemos avanzar. Hay que saber lo que hicimos, para marcar un camino. Eso es lo que, al menos yo, aprendí de Godzilla. Puede sonar raro, pero cada uno saca sus interpretaciones (de hecho, eso es lo más interesante de una obra, lo que implica para una u otra persona).Y por eso aprecio tanto a Godzilla. Porque me ofreció mucho más que ninguna otra saga me había proporcionado en mi vida.
LARGA VIDA AL REY.
PD: Parecerá hipócrita por mi parte poner esta escena tras lo que he dicho sobre las versiones americanas, pero seamos sinceros: ese rugido es la HOSTIA.