jueves, 28 de febrero de 2019

RECORDANDO VOY, RECORDANDO VENGO VENGO...




Hace unos pocos días decidí desempolvar la vieja Wii U. A ver qué se cocía. Una partidita al Splatoon (que había gente todavía jugándolo, menos mal) y al Xenoblade X. Y fue con este último cuando recordé por qué, sin ser la razón por la que me compré esta consola, se acabó convirtiendo en mi título favorito de la misma, y casi podría decir en mi favorito del género. Que sonará exagerado, teniendo en cuenta además que de rol, aparte de Pokémon y Xenoblade X, he jugado al South Park y Nier Automata (que aún me queda) pero vayamos por partes. 

Una preguntita: ¿qué hacéis cuando termináis la historia de un Pokémon, por poner un ejemplo? La respuesta más obvia es hacer todo el contenido posterior, como puede ser capturar todos los Pokémon (mmm casi que no) convertirlos en máquinas de matar, ver las nuevas zonas... La cosa es que a mí eso me aburre, y acabo dejando el juego en una estantería, sacándolo quizá cada vez que se alinean los planetas para jugar con él unas pocas horas y otra vez de vuelta a la oscuridad de la que vino. Pero si vamos a Xenoblade, que ciertamente lo tenía abandonado por el ordenador (con Nier automata y otros títulos) descubrí que... Joder, que es flipante. No sólo la ciudad de Nuevo Los Ángeles, sino todo el puñetero planeta, y solo el hecho de perderte por él, alcanzar las cimas más altas, o dar un simple paseo, es un placer. para los sentidos. Con todo esto quiero decir que, a pesar de que la Wii U no fue una consola bien llevada, y que dejaron de lado enseguida, me hubiera arrepentido enormemente si no me la hubiera pillado, al igual que este Xenoblade. Que tendrá sus carencias y podría haberse mejorado, pero, joder, es que me ha dejado una huella que ha sido solo jugar con él unas horas y no puedo parar de pensar en él (y en su música, oh Sawano, qué bueno es). Y poco más que añadir al análisis que hice en su día. Cierto que casi lo tengo acabado, pero es que da un gustazo jugarlo... Por eso lo considero mi preferido del género de rol, o si lo preferís el que más me ha gustado, por ahora, quién sabe qué deparará el futuro. En comparación, la 3DS me parece una consola, mmmm, cómo definirla... Digamos que no me ha dado grandes impresiones y la tengo, al igual que los muchos títulos de Pokémon, guardada en la estantería, sacándola solo cuando, de nuevo, se alinean los planetas. 

Y si recordáis lo que dije en su día sobre la Switch, mantengo mi postura, incluso ahora se ha vuelto mucho más radical. Sólo me la compraría si anunciasen la segunda parte de Xenoblade X. Que parece que por ahora no está en los planes de la compañía, pero... Ay, pero un hombre puede soñar. Un hombre puede soñar.


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