jueves, 15 de junio de 2023

COMICS BROKE ME: HABLEMOS UN POCO DE ESTO

 

 


Que el arte lo esté pasando mal últimamente, no es nada nuevo. Si el año pasado tuvimos los NFTs, ahora han llegado las inteligencias artificiales, y en América se está dando una huelga de guionistas de enormes proporciones. Uno no es que sea fan de las conspiraciones, pero parece como si hubieran intereses de por medio para fastidiar a los creadores de contenido. Ojo, no estoy en contra de los avances tecnológicos en cualquier campo: me encanta emplear los atajos de teclado y las herramientas de perspectiva en Clip studio, y veo con buenos ojos que se creen herramientas de inteligencia artificial (IA) para estudios sobre diversas patologías y aspectos biológicos que de otra manera, serían difíciles de realizar. Lo que no aguanto, es que esas herramientas se empleen para eliminar el papel del ser humano en las tareas, ya sean científicas o artísticas, hasta tal punto de que, como hacen muchas IAs generadoras de imágenes, baste con escribir un texto para tener el resultado deseado, y poco más. ¿Dónde está el estudio de la composición de la ilustración? ¿El boceto? ¿El colorkey? Todo eso, poco a poco, parece perderse, como lágrimas en la lluvia...

Y ahora tenemos el movimiento #comicsbrokeme. 

La gota que ha colmado mi vaso personal, y ha hecho que escriba esto. No servirá de nada, pero mira, prefiero hacerlo. 

 

 

¿Y de dónde ha surgido este movimiento? Bueno, pues de acuerdo con la imagen que he puesto de encabezado, por la muerte, prematura muerte, de un guionista llamado Ian McGinty.  La muerte es algo natural, de eso no hay nada, pero una prematura me resulta una desgracia, lo mire por donde lo mire (encima si es un chico que tan sólo me saca ocho años...), sobre todo de una persona que, como comentan, tuvo problemas de salud a causa de las malas condiciones laborales. La cosa no quedó ahí, porque desde hace pocos días, vi en Twitter que la gente no paraba de hablar del movimiento en cuestión, de cómo su fallecimiento sacó a la luz numerosas injusticias y malas prácticas en el mundo del noveno arte, no sólo en España, sino, y esto me extrañó, en otros países, como EEUU, Japón, o, el que más descolocado me dejó, Francia, cuna junto con Bélgica del cómic europeo. Lo peor no era tan sólo que se diera en tantos países, lo peor sin duda eran los testimonios de autores que, dedicándose en cuerpo y alma al medio, habían sufrido problemas de salud, tanto física como anímica, o se habían desencantado del cómic y lo habían abandonado. En la misma noticia que os pongo tenéis más ejemplos, pero sin duda me quedo con estos:

 



Y sobre todo, con esta imagen de este hilo, que muestra los precios que se manejan en España para publicar cómics:



En una época en la que a la generación presente se la denomina como generación de cristal en cuanto se queja de algo, me gustaría recordar que hay muchas reclamaciones que al menos, merecería la pena escuchar, o reflexionar sobre ellas. Porque lo que pasa aquí con el cómic, sucede también en otros entornos laborales y afecta a todo tipo de estratos. Por ello, pese a que no me involucre ni con un lado ni con otro, me gustaría hacer un llamamiento a todos los implicados en la creación de cómic para así buscar soluciones que logren satisfacer a todas las partes: que el lector se implique con las obras nacionales (las que más le gusten independientemente del estilo, formato de publicación o temática, apoyando a los creadores de las mismas) que las editoriales planteen condiciones más idóneas para la creación y publicación, evitando sacar por sacar licencias (como los mangas que veo en la estantería de la tienda que visito porque ni Dios los compra ante tanta oferta), y abandonando esa mentalidad de usar y tirar tan de Netlix que caracteriza tanto al público como a los creadores. Son las series como Transformers MTTME, Dragon Ball, Full metal alchemist, Blacksad... y otras muchas que me dejo en el tintero, son series como esas las que se alejan de la idea tan perniciosa de usar y tirar, y se quedan en la memoria aún pasando los años. Comprobadlo con cualquier manga actual que se anuncie, pronto lo sustituirá otro.Y un bonito ejemplo de todo esto, de esta práctica, es lo que pasó con Gurren Lagann en España. Una odisea que ni la de Ulises. 

Gurren Lagann es uno de mis animes favoritos, eso creo que es sabido por todos los que han pasado por aquí, junto con Giant Robo y Gunbuster. Uno de mis sueños húmedos era que licenciaran la serie en España, como ya hicieran con Evangelion, anime del mismo estudio. A pesar de haberla visto ya por un fansub (de los mejores subtítulos que he visto en mi vida), tenía ganas de poseerla en un formato físico que le hiciera justicia. Y como yo, pensaban muchos, tanto amigos míos como gente de Internet. Sin embargo, los años pasaban, y, tan sólo, nos trajeron el manga, vía Panini, y las películas que eran un resumen. "Algo es algo", me decía yo, "sin duda con esto, traerán el anime". Je.

En el año de publicación del manga, se cambió la portada del sexto tomo, y se retrasó el tomo octavo, hasta pausar la publicación de la serie, casi cuatro años después de haberla empezado. Dos años después, quedando un sólo tomo (el cual me pillé en francés), la serialización continúa en España, finalizando la serie en el año 2018. Para mear y no echar gota. 

De estas líneas, se puede sacar que el manga no vendió tanto como se esperaba (diablos, es que ni se puede leer entero en línea, solo capítulos sueltos), y a ver, no era el anime, pero el dibujo me gustaba, ahondaba más en algunas relaciones, como la de Yoko y Kittan (aún más que en el anime), y sus mini historias a lo Full Metal me encantaban. No era un mal manga, pero el anime era lo que de verdad cortaba el bacalao, por así decirlo.

Lo que más me choca de todo esto, es que, teniendo tanta gente que quería la serie (como yo), no la trajeran. Demonios, yo me pillé las películas en formato coleccionista, solo por los extras y por tener algo de TTGL; hasta, viendo que no sacarían la serie, me la compré en la web francesa de Amazon, con todas las películas, cortos, y un libro de arte, y ¿sabéis qué? NO ME ARREPIENTO DE NADA. Lo peor sin duda fue la respuesta que dieron desde el equipo directivo de la compañía, tanto para su negativa de traer Gurren Lagann como FMA Brotherhood (anime que han anunciado hace poco). Teniendo en cuenta que ahora sacan títulos de Hiroyuki Imaishi hasta en cines, como Promare, y que seguramente las ventas del anime de Gurren Lagann habrían sido mejores que con el manga... es una acción que nunca entenderé. Y como esta, muchas otras compañías más, entre las cuales están, como no, las editoriales, que en su ya mentada mentalidad de sacar por sacar nuevas obras, provocan el cierre de muchas tiendas, como la de Viñetas en Madrid:

 

Que cada uno saque sus conclusiones. El mundo del cómic y del entretenimiento sin duda, cada día, están más raros. Y no me gusta el cariz que va tomando la cosa, en el que parece que todos vamos corriendo sin control y perdidos, como pollos sin cabeza.

 

 


PD: No quería acabar sin mencionar una obra de cómic nacional que me ha encantado y que recomiendo encarecidamente. Su autor fue entrevistado en radio nacional y la verdad es que decía verdades como puños.
 

 

 


 

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