lunes, 18 de marzo de 2024

TEAM FORTRESS 2 Y EL CARIÑO DE UNA COMUNIDAD

 


Pues si el otro día hablé de nuevo de un anime con el que comencé mis andanzas en el mundo del blog, hoy le toca a un videojuego al que también le hice una entrada tiempo ha. En parte, porque la susodicha se perdió (cosas de desajustes de formatos y demás), y, en parte, para comentar mis impresiones tras haberlo retomado, con la actualización de la foca de marras. Pero ni va a ser una "remasterización" de la antigua entrada ni una continuación del resumen de la actualización del verano. Si escribo esta entrada es para demostrar que el poder de una comunidad comprometida puede obrar milagros, y es que estamos hablando de un juego en línea que lleva ya casi 20 años en el candelabro desde que salió, algo más que encomiable... si no fuera por algunas malas experiencias.

 


Team Fortress 2 es, posiblemente, una de las creaciones más famosas de la compañía Valve. Salió al mercado en el año 2007 (hey, como Gurren Lagann) y no lo probé hasta un año después, atraído por los vídeos en los que conocías al elenco de los personajes.

 


Ese carisma, esa estética que recordaba a Los increíbles, los colores... Todo, absolutamente todo, jugaba al favor de este título. Tardé bastante en catarlo, en parte a mi reticencia a los juegos en primera persona, pero nada más echar unas cuantas horas, ya no había remedio: estaba dentro y nada podía detenerme.

Hasta la medalla esta tengo puesta en todos los personajes para recordar cuándo empezó todo...

No recuerdo mejores momentos jugando en Internet que aquel verano. Mapas locos, como el de los famosos gatos, los malditos logros que tardabas un huevo en conseguir, las armas (recuerdo cuando actualizaron al Soldier y al Demoman, ver a estos últimos corriendo con la espada en mano era una visión acojonante), y, sobre todo, las risas. Pero había algo más en la ecuación, y era el cariño de la comunidad, plasmado en la creación de contenido adicional: no sólo cosméticos, armamento, mapas... sino, también vídeos. 


Uno de los mayores creadores fue sin duda Kitty0706, que por desgracia murió hace unos años, pero cuyo recuerdo sigue vigente en todos los seguidores hoy día, hasta tal punto de que en cualquier canción que usó para sus vídeos, tienes la mayoría de los comentarios honrando su memoria.

Y más como estos cuando pones canciones así

Luego llegó el programa SFM, que usaban los propios animadores de Valve para crear los vídeos de presentación de los mercenarios, y ahí, la cosa se fue de madre. Recuerdo estar en la facultad, y ver cada semana un vídeo nuevo, quizá simple, quizá cojonudo, pero me llenaba de emoción ver que toda la comunidad se comprometiera de esta manera. Y la propia compañía, creando premios para los mejores vídeos, nuevos modos de juego, y actualizaciones. Notabas que formabas parte de algo más grande que un simple juego. Era un sentimiento que muy pocas veces he tenido el gusto de vivir de primera mano.

 


Por desgracia, todo lo bueno tiene que acabar. Dejé de jugar al TF2 con la actualización de la jungla, ya que por aquella época no podías dar un paso en cualquier servidor sin toparte con... bots.

 


Para quien no lo sepa, los bots del TF2 son de lo peor que hay en este planeta desde el doblaje de famosos y otros males similares: son enemigos que da igual dónde apunten, como te hayan visto una sola vez, te destrozan de un disparo. Evidentemente, esto quita el ánimo a cualquiera, ya que se pasa más tiempo echando a los bots que entran que jugando. Ante tal panorama, decidí echar el cierre y desinstalarme este juego, uno que formó parte de mi adolescencia, por mucho que doliera. Pero sencillamente, no se podía disfrutar más de él: además de los bots, el nuevo sistema de juego casual y competitivo rompió con los servidores dedicados, los cuales eran mucho más difíciles de encontrar (adiós al mapa de los gatos). Era una pena ver que algo que había unido a la comunidad se estaba desmoronando, pese a todos los intentos por parte de esta de resolver la situación. Los vídeos seguían saliendo, y disfrutaba con ellos, pero me hice a la idea de que aquella maravillosa época jamás volvería. 

Y, entonces, sucedió.

LA MALDITA FOCA SALVÓ EL JUEGO.


Es increíble que un mamífero marino lograra tal hazaña, pero hasta incluso yo me postré a sus pies: no sólo se rompieron récords, sino que, el puñetero Overwatch 2, que salió en Steam casi a la vez, fue eclipsado por este maravilloso pinnípedo. No recuerdo a casi nadie hablar bien de esa segunda entrega, sin embargo, todos volvimos a jugar al TF2. Fue como si volviera un viejo amigo... aunque no se podía cantar del todo victoria. Los bots siguen campando a sus anchas, el sistema de emparejamiento es un desastre, y las actualizaciones se basan sólo en añadir mapas y cosméticos, poco más. Pero, ¿sabéis? En algunas de las partidas que he tomado desde el verano pasado, he vuelto a sentirme como aquel chaval de 15 años que se partía de risa cuando oía a unos mercenarios decir de todo mientras se matan mutuamente al tratar de capturar el maletín de la inteligencia, o puntos de control. Ahora mismo no es perfecto, ni mucho menos, y aquellos tiempos jamás volverán (aunque, como dije antes, en algunas partidas casi he vuelto a sentirme como un chaval), pero el hecho de que aún siga jugando demuestra que el amor de la comunidad de seguidores de TF2 es gigantesco. Y eso es algo de lo que muy pocos títulos pueden presumir, sobre todo tan antiguos. Así que, si me disculpan, caballeros, voy a echarme otra partida.

Cuidado con los bots.

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