No encontraba ninguna imagen que representara mejor mi cabreo, así que os dejo esta y arreando |
No debería sacar esta entrada, peeeero estoy tan sumamente harto y asqueado que lo voy a hacer, pase lo que pase. Hasta las narices de que el miedo a "qué dirán" doblegue mis acciones.
Hasta las gónadas de la puta "guerra cultural".
"¿Qué es la guerra cultural?", preguntaréis. Bueno, pues básicamente (y, ojo, esta es la definición que yo doy a ese término, esto es, puramente subjetiva, pero creo que ayudará a todos los lectores a seguir la entrada) que ahora todo Dios tiene que criticar todo lo que sale como producto cultural (película, serie, cómic...) no sólo por su ejecución, estilo, y demás, sino también, y muy especialmente en estos últimos años, por otras cuestiones (muchas veces relacionadas no tanto con la obra y su intención, sino más con el autor y, a veces, sus ideas y opiniones) como la identidad sexual, el colonialismo, la crisis del clima, la ideología del creador de la obra en cuestión... hasta tal punto de que estas críticas ayudan a crear varios bandos, enfrentados entre sí en un conflicto que ya me tiene hasta las narices desde que oí hablar del mismo.
Y si hago esta entrada es porque el otro día un amigo mío me habló de la última entrega de la saga Predator, esto es, Predator: la presa. Y, lejos de reseñar la película por su fotografía, música, y otros aspectos, me comentó que su mayor pega era que el protagonista era una mujer. Seguramente muchos dejarían de salir con un amigo como ese, o cerrarían el discurso con alguna chorrada para reprobarle, pero mi amigo es mi amigo y lo quiero pese a todo. A mí personalmente no me llama nada esa cinta de Predator porque desde la segunda (y salvando Alien vs Predator y, ya si me apuras, Predators) la saga no levanta cabeza para mí, así que, para qué gastar el tiempo... Pero creo que sólo por el hecho de que la protagonista sea una mujer no hace que el producto ya sea de ínfima calidad, al contrario, es la conjunción de todos sus elementos la que hace que la película sobresalga, o no. Porque, siguiendo esa regla de tres, muchas películas con protagonistas femeninas ya serían un despropósito por el mero hecho de contar con una protagonista femenina: El recuerdo de Marnie, Nausicaä, Alien, la ya mentada Alien vs Predator... Todas esas películas me gustan, más o menos, pero las considero productos entretenidos (máxime en el caso de El recuerdo de Marnie, mi cinta favorita de todo Ghibli, como ya he dicho en más de una ocasión). Pero ojo, igual que hay películas con un elenco mayoritariamente masculino que me parecen malísimas, lo mismo me pasa con otras cintas cuyo papel principal recae en un personaje femenino, y no porque una mujer sea la protagonista, evidentemente, sino porque, en su totalidad, me parecen películas muy, pero muy malas.
No aguanté ni media hora con esta, imaginad el nivel |
Lo mismo me pasa con otros productos, claro está: el cómic, videojuegos... Muchos de mis títulos favoritos de todos los tiempos están protagonizados por mujeres: Step by bloody step, Full Metal Alchemist (mi manga favorito) Kroma, Nier automata, Xenoblade 2... Es más, en el caso del Xenoblade 3, si no llega a ser por Eunie, habría tirado el juego a la ventana, pero es que esa chica es el alma de ese título, uno del que recuerdo que tenía un elenco de más de una veintena de personajes, contando secundarios y demás, cada uno con su propia personalidad, diseño, jugabilidad, e historia.
Y fácilmente la considero mi personaje favorito de los videojuegos, junto con Samus Aran, el Jefe Maestro, y los mercenarios del Team Fortress 2 |
Y volviendo con el Xenoblade 2... Otro de los frentes de la "guerra cultural" es la sexualización de la mujer, tema muy comentado por cualquier parte de Internet. Y qué queréis que os diga, me encanta el diseño de los personajes de Pyra y Mythra, y sus personalidades y cómo se complementan. Es más, recuerdo que al principio no me agradaba nada Mythra, pues me parecía la típica tsundere sin mucha gracia, pero conforme avanzaba la historia y veías más de Mythra, y de cómo se adaptaba más al grupo hasta alcanzar la tan ansiada felicidad en una cinemática que siempre me hace llorar cuando la veo por Youtube... ¿en serio vamos a degradar a ese personaje sólo porque tiene una espetera de cuidado? Es que a mí esas quejas que se basan en el físico me parecen que degradan profundamente al personaje, como si nada que no fuese su físico importase más, tanto para el deseo como para la crítica.
Y encima Mythra tiene escenas como esta... Maravilloso |
Eso no quiere decir que, como autor, tengas que hacer a tus personajes todo el rato sexualizados, al contrario leñe, hazlos como tú quieras, altos, guapos, feos, bajos... Pero que un personaje sea pedante no tiene nada que ver con que esté o no sexualizado. Anda que no hay personajes femeninos que no me gustan porque me parecen de lo más aburridos, planos, plastas y sosos que he visto en mi vida, independientemente de su aspecto. Y ojo, que si lo quieres hacer pedante o cargante, adelante, es tu decisión, la cosa es que les des algo de evolución, de trasfondo, de chicha, vaya, como pasa con Myhtra en la historia del Xenoblade 2. O no, o sencillamente quieres hacer al personaje así, esa es, de nuevo, tu elección.
Yoko Littner es un ejemplo perfecto de ello |
Y es que sí, hay gente que se queja de que haya muchos personajes femeninos en videojuegos, y puedo entender su descontento, en parte, ya que, sobre todo en el caso de Occidente, parece que ya no se hacen personajes femeninos de calidad, sino puñeteros panfletos que buscan, más que contar una historia, mostrar una ideología, y que son, en su mayoría, personajes que carecen de cualquier desperfecto y con los que no puedo conectar porque, sinceramente, si no veo cómo caen y se levantan de la caída, ¿de qué me sirve lo que estoy viendo? (como me pasó con Capitana Marvel) Es curioso, pero Japón parece que es la que lleva la delantera en cuanto a crear personajes de calidad, sobre todo femeninos. Que hay de todo en la viña del Señor, pero en general dan mil vueltas a las producciones de los grandes estudios occidentales.
No tendrá superpoderes ni nada por el estilo, pero la protagonista de Belle les da mil vueltas a muchas de las protagonistas del cine occidental actual... |
Pero no sólo de chicas va la cosa, también se libra la guerra cultural con las razas, etnias y demás grupos humanos. A mí, como me pasa con los personajes femeninos, me da igual que pongas a mil personajes de mil razas en tu obra, con tal de que, parafraseando a Lynxreviewer en aquel vídeo, quieras tachar de tu bingo imaginario todas las razas con tal de quedar bien, aún menoscabando el sentido de tu obra. Con esto quiero decir, que si tu obra es costumbrista y se basa en una época en concreto, en un lugar en concreto, tienes que documentarte bien, y si tras una larga documentación descubres que, oh, sorpresa, no había miembros de tal etnia en ese entorno y en ese tiempo, por favor, no los pongas por poner, por cubrir esa cuota imaginaria, porque eso es no sólo un insulto al espectador, sino a ti como creador. Por desgracia, esta es una máxima que muy pocas empresas sigan, y tan sólo hay que bucear por la web durante unos pocos segundos para ver estos atropellos. Que ojo, uno dirá que es ficción, y claro que es ficción, pero una cosa es algo puramente costumbrista, que intente reflejar fielmente la realidad de una época, y otra es una obra puramente imaginativa, tal es el caso de la última cinta de Dragones y mazmorras, con un elenco de personajes de lo más variado y que no estropeaba su obra en absoluto. Y luego tenemos casos como el cómic de Penss, uno sobre la prehistoria en la que todos los personajes son caucásicos, y no por ello hace que la obra sea mejor, al contrario, para mí me pareció un cómic poco recomendable, aún incluso para lo larga que es (no, en serio, literalmente puedes romper cabezas con ella).
No esperaba nada de esta cinta y me lo pasé como un enano viéndola |
En relación con la tonalidad de la piel, otro tema que siempre me ha tocado las narices es el cambio de color de un personaje, sobre todo en el caso del anime, en el que la piel de muchos personajes caucásicos ha sido pintada, y con muy mal gusto, para hacer que parezcan más afroamericanos, en pro de una "mayor representación" (y también ha habido casos al revés). No es sólo que el resultado final sea, estéticamente, un destrozo, sino, que, pensándolo bien, si cambias el tono de piel de ese personaje, al final, es como si eliminaras al personaje original, lo cual me parece una total falta de respeto para el creador de dicho personaje, algo que, si eres artista, debería hacerte sentir mucha vergüenza, sobre todo si posees una "gran conciencia social". La cual, en muchos casos, es ninguna, y tan sólo es una manera lastimosa de llamar la atención.
Y ya, para acabar, comentaré sucintamente otros dos frentes, de los muchos que tiene, esta "guerra cultural": la política, y la sexualización. En cuanto al primero, sí, el arte desde un principio ha tenido un gran significado político, no lo negaré, que se ha ido acentuando con el paso del tiempo, y oye, me gusta que en cómics como Transformers MTMTE pongan problemáticas políticas en el universo de los cybertronianos, como la organización en grupos según tu modo alterno, la empurata, la corrupción... Pero una cosa es ponerla, ser sutil, tener gracia al hacerlo, y otra, es ponerlo cual pegote, sin gracia, y que se note que tu obra no es más que, como ya dije antes con el tema de la sexualización, un panfleto ideológico. Lo que más me cabrea del tema es cómo se tergiversa y tanto un lado como otro del espectro ideológico (clásica izquierda vs derecha) intenta adueñarse de esa inclusión de los temas políticos, porque hey, hablar en tu obra sobre un tema como, qué sé yo, el holocausto judío o los campos de trabajos forzados en la Rusia comunista fuera de una u otra ideología, en vez de ser algo universal, que no obedece a ningún lado del espectro y sólo hace referencia a la barbarie humana, una que por desgracia nos afecta a todos, seamos de la ideología que sea.
Yo, cada vez que veo que alguien intenta adueñar para su ideología política un hecho que nos atañe a todos... |
Y en cuanto a la sexualización, pues igual que con la política y otros temas, una obra no es menos obra por incluir o no incluir personajes de tal colectivo... Pero si hay algo que odio es cuando meten el amor carnal forzado, ya sea entre diferente sexo o el mismo, cuando no se curran la situación y sólo se hace por el salseo, ya sabéis, porque las redes se llenen de comentarios en pro de la obra y hagan mil fanarts... Y ojo, no todo tiene por qué ser amor carnal, ahí tenéis la Philia, el amor de amigos, en contraste con el puro Eros, o amor romántico, como por ejemplo pasa con Sam y Frodo en El señor de los anillos. Es más, ese es el tipo de amor que más me gusta, uno que muy pocas veces veo en las obras actuales (porque muy fácilmente parece que caen en el amor romántico puro y duro), sobre todo en el sector del anime de romances, uno que, como ya comenté en otra entrada, ha aumentado exponencialmente hasta hacerme pensar que es un plan de Japón para mejorar la tasa de natalidad, si no, no me lo explico. Pero de nuevo, si un autor quiere añadir una pareja, que la añada, pero como siempre, currada, que se note que está ahí porque tiene que estar y no por hacer bulto. Y qué mejor ejemplo de ello que mi pareja favorita de toda la ficción: Chromedome y Rewind.
Esto, esto es arte, y uno tiene que verlo para disfrutarlo. ¡Así que ya estáis tardando en leeros MTMTE! |
En fin, que tras todo esto, supongo que muchos tendrán una conclusión sobre mi manera de pensar sobre este tema. No obstante, la resumiré en una sencilla frase:
DEJADNOS DISFRUTAR DE LO QUE QUERAMOS EN PAZ, COPÓN
¿Y qué si a una persona le gustan los personajes femeninos sexualizados?
¿Y qué si a una persona le gustan obras que no tengan personajes con amplia diversidad?
¿Y qué si no me gustan las obras del género yuri, o de otro género? ¿O por el contrario, me gustan?
¿Y qué si me gustan las buenas obras con buenos personajes, masculinos o femeninos?
Parece mentira que lo tenga que decir un puñetero friki como yo, pero ya estoy harto de que, a la hora de disfrutar de una obra, tenga que posicionarme en un bando o en otro, o peor aún, que si no me gusta una obra (o sí me gusta), me tilden de homófobo o machista, o hembrista, o vaya usted a saber qué.
Estoy harto, hasta las gónadas de esta "guerra", la cual siempre pongo en comillas porque me parece una infantil discusión entre malditos oligofrénicos tras unas pantallas de sus ordenadores, una que espero termine pronto y nos deje en paz, porque no sólo afecta a nosotros como consumidores, sino a los creadores, tal y como decía Reverte (sí, sé la opinión que se profesa a ese autor en muchos círculos, pero ya he dicho que, cuando acierta, acierta) en escritos como este. Ahora parece que no decimos lo que pensamos por temor a una represalia, represalia que parece venir de uno u otro lado de esta discusión pueril. Es ese mismo temor el que me ha hecho reflexionar sobre esta entrada, o mejor dicho, sobre si escribirla o no, y al final decidir que sí, que debía escribirla. No porque cambiaré al mundo con ella (de hecho es una versión muy descafeinada de lo que tenía en mente), sino porque, a veces, aún como escritor en este blog, necesito hacer lo que necesito hacer. Hay una frase que leí por ahí que reza algo así: Un autor no te da lo que te gusta, sino lo que necesitas. Yo añadiría algo más: Un autor no crea lo que crea sólo porque le guste, sino porque lo necesita. Y quién sabe por qué lo necesita.
Esa es la magia.
...
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Te enteraste como destruyeron Dragon Age Veilguard,¿No?
Algo leí por ahí. Honestamente no soy seguidor de la saga, así que no me importa mucho, la verdad. Ahora bien, que hayan añadido eso tampoco me parece motivo para destruir el juevo, quiero decir, que a lo mejor en conjunto es divertido y ya...
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