miércoles, 25 de octubre de 2017

PLOTOBER 2017 - DÍA 25





Ar, otro relato para mí, arrr.
Y la premisa de hoy es...





UN TÍO LEJANO TE HA DEJADO UNA SUSTANCIOSA HERENCIA. LÁSTIMA QUE NO TE AVISARA DE LA MALDICIÓN.



–"Y a mi sobrino Jaime, pese a que la distancia que nos separa es bastante grande, le dejo mi fortuna para que haga de ella el uso que mejor le parezca. Y ya está el testamento, leches. Dejadme morir tranquilo".

–Bueno, y ese es el final del testamento grabado de su tío. Firme aquí y podremos hacerle entrega de ese dinero. Sí, ahí... Bien, pues ya está. Un... Hombre peculiar, si se me permite decir, su tío. 

–Demasiado, diría yo. La verdad es que no nos veíamos mucho.

–¿Sabe usted que la fortuna que le ha dejado está valorada en más de cien millones de dólares?

–¿Americanos o australianos?

–Déjeme ver... Hmmmm... por la presente mmm... Cien... Hmmm... No lo especifica.

–Bueno, sigue siendo un montón de dinero.

–Lo malo...

–¿Lo malo?

–Es la maldición.

–A otro perro con ese hueso, mi buen señor.

–No, en serio, es una maldición que ha ido pasando de generación en generación por medio de esa fortuna. Nadie la ha querido, y su tío se la ha dado a usted.

–¿Y por qué mi tío no me ha dicho nada?

–Porque temería que rechazaría su parte del testamento. Ahora que la ha firmado, ya no se puede hacer nada.

–En fin... No creo en las maldiciones, pero, ¿esta de qué va? ¿Moriré?

–No.

–¿Mala suerte?

–No señor.

–¿Estaré vagando cual Caín por este mundo?

–Ehm... Vuelve a fallar.

–Vale. ¿De qué se trata?

–Le saldrá una verruga en el pene. Una bastante hermosa, diría yo.

–¿Y?

–Pues... que eso no tiene que ser algo muy placentero, ¿no?

–A decir verdad, tengo unas cuantas. Al principio dan guerra, pero luego te acostumbras. Por una más, no creo que pase nada.

–Ahm... Ya veo. Vaya maldición más peculiar le ha tocado, ¿no? Si se me permite comentar.

–Y que lo diga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario