sábado, 4 de mayo de 2024

GODZILLAMARATÓN XXXIII - GODZILLA MINUS ONE (2023)

 


Sí, mis lectores, al fin se acabó la espera, y, tras su estreno en cines, no sólo de Japón sino también de otros países, como España (si bien su paso por nuestro país fue casi un desastre), por fin servidor ha podido visionarla. Sí, muchos estaréis arqueando una ceja al leer esto, pero ya explicaremos más adelante cómo he conseguido esta película. Por lo pronto diré que, pese a que me esperaba que no estuviera a la altura de mis expectativas (aún tengo el recuerdo de cómo mucha gente alababa la del 2014 y luego me llevé el chasco del siglo), me ha gustado bastante. No es la segunda venida de Jesucristo, pero sí es una muestra de cómo crear una cinta del género kaiju sin menospreciar a los personajes humanos que la pueblan, haciéndolos igual de interesantes que el propio monstruo. 

 

OJO: Destripes de la cinta aproximándose, lean esta entrada bajo su propio riesgo, caballeros.



 

Una de mis mayores quejas con la versión del rey de los monsrtruos de Gareth Edwards (sí, muchos lectores pedirán que deje ya de meterme con el pobre hombre, pero honestamente, no puedo comprender aún cómo dio luz verde a aquella cinta) es que los personajes humanos eran aburridos hasta decir basta. No conectaba con ellos, si acaso con Serizawa, pero con el resto no había manera. Y es gracioso porque hasta en la versión de 1998 (sí, la de Roland), al menos te podías divertir con ellos, pese a que fueran meros estereotipos. Por suerte, los japoneses sí que saben cómo aunar drama humano y destrucción, y aquí tenemos el caso de nuestro protagonista, un piloto kamikaze que, a la hora de la verdad, huyó del deber. Cuando regresa a casa y ve que todo está destrozado, muchos le tildan de cobarde, algo que si bien no es nuevo (ya lo vimos en Godzilla vs Mechagodzilla), en esta ocasión inciden con mucha más intensidad en el sentimiento de culpa del protagonista. Y es que Godzilla, pese a sus idas y venidas, siempre ha tenido un componente crítico que, cuando lo lleva bien, no aburre al espectador: el miedo y odio hacia las armas nucleares, cómo las sociedades actuales olvidan el dolor del pasado (que mostraba muy bien Godzilla GMK), la burocracia y su lentitud (el tema de Shin Godzilla)... Aquí también se vierte una dura opinión sobre cómo Japón trataba a sus soldados, y en general a su población en la guerra. El mensaje está claro: no es un crimen querer vivir, pero sí estar en guerra por el simple hecho de matar al contrario. 

Ojo que encima el protagonista es el actor de voz de Taki de Your Name, y lo hace muy bien, sí señor.

Y luego tenemos a Godzilla. La verdad es que me ha gustado esta versión, con un diseño que bebe de Shin Godzilla y la era Heishei, aunque sí en algo destaca es su mala leche, la cual me hace recordar a Godzilla GMK, pero mucho más sádico: en las primeras escenas, cuando no ha sufrido los efectos de la radiación, ataca sin piedad a unos soldados, atrapándolos con su boca para lanzarlos luego sin miramiento alguno. Luego, en la masacre de Ginza, puedes observar cómo actúa, casi con premeditación: aplastando a la gente y dejando sus cadáveres sanguinolentos, rompiendo edificios girando toda su cola... Y el rayo atómico. OH DIOSES DEL OLIMPO, EL RAYO ATÓMICO. Cuesta de creer que una cinta de, supuestamente, menos de 15 millones de dólares, y con un equipo de 35 artistas, tenga unos cuidadísimos efectos especiales, por los cuales ha conseguido un merecidísimo premio Óscar. Es más, la escena del ataque de Ginza, fácilmente entra en mis favoritas de toda la filmografía del rey de los monstruos.



Así que aquí la tenemos, una gran entrega de Godzilla. Me alegro mucho de que se hayan cumplido mis expectativas, la verdad. No sé si harán continuación o la dejarán como ya hicieran con Shin Godzilla, ya que ambas terminan con escenas finales que dan a entender de que habrá más entregas... Pero tampoco quiero hacerme ilusiones. Por ahora, puedo decir que me ha gustado mucho, más incluso que la de Godzilla y Kong: el nuevo imperio. Y sí, no debería compararlas porque esta tiene otro tono, radicalmente opuesto a la cinta americana, pero se nota que son los japoneses quienes mejor entienden a su criatura más icónica.

Ahora, toca explicar cómo la he conseguido, si se supone que sólo ha salido en Amazon Prime, pero en Japón. Bueno, al parecer no se sabe cuándo se estrenará en el resto del mundo, y es lo que me repatea del asunto. Quiero decir...

-Esta cinta ha ganado un Óscar, un hito para toda la saga.

-Además ha recaudado la friolera de 115 millones de dólares, de los cuales 59 han sido INTERNACIONALMENTE.

-Y, con todo eso, tienen los huevos tan gordos de lanzarla en el Amazon Prime de Japón primero, y luego, Dios dirá. 

Aham.

 


 

En fin, que no os sintáis mal si os la pilláis por medios "ilegales". Ojo, al igual que hiciera con Shin Godzilla, me la compraré cuando salga en Blu ray (amo el formato físico), pero eso puede llevar mucho tiempo y honestamente, viendo la gran acogida de esta entrega por parte del público y crítica, me parece una idiotez que hayan seguido esta política de lanzamiento. Yo diría aún más, es incluso más triste, porque tenemos el ejemplo de Evangelion Thrice, que salió en todo el mundo vía Amazon Prime tan sólo cinco meses después de su estreno en cines nipones.

Ver para creer.


 



No hay comentarios:

Publicar un comentario